La vida que me toco llevar

Bala Pérdida

Me desperté cerca de las cinco y media de la madrugada. Estaba bañado en sudor y de mis ojos brotaban lágrimas, no paraba de llorar. No conocía dichas razones para llorar tanto, cerca de las seis comense a calmarme, respire hondo, y me dispuse a salir de mi casa directo a la base militar.

Al pasar el tiempo, logre llegar, ya eran como las ocho cuando pasé del registro de la base. Avanzaba directo a la oficina del director y al caminar todos susurraban algo sobre mi.

– ¡Mira! ¡Ahí va el hijo de nuestro héroe! – al parecer todos se dieron cuenta de los sucesos ocurridos ayer

– Escuché que asesino a un tipo en una pelea de bar. ¿Sera cierto todo eso? ¡Vaya ejemplo! Súper soldado he.– eran los comentarios mas comunes.

Ni siquiera llevo una semana y ya quiero asesinar a la mayoría. Al caminar un poco mas me encontre de imprevisto con mi mejor amigo de la academia, Jason Brawn, mejores notas, mejor aprobechamiento militar, mejor todo, para no dar tantas explicaciones, yo era el tonto en esta amistad. El es alto de casi un metro ochenta, tes blanca y tiene de una deficiencia de melanina en sus ojos, lo cual hace que el iris pierda su color y las venas sean notorias. Eso causa que parezcan de color rojo.

– ¡Hey Creispad, como estas!– me gritaba desde lo lejos mientras se acercaba

– Pues estoy vivo. Eso es estar igual que bien ¿No?– me encanta ser sarcástico con el

-Tu siempre con tus bromitas, y dime ¿Como paso lo de anoche?-me preguntaba con un rostro de emocion y preocupacion combinada

– ¿A que te refieres Brawn?

– Venga no te hagas el bobo con migo. Aún que bueno, no necesitas fingir para eso.

– Que quisiste decir mal nacido?

– ¿Yo? Nada, nada.– se reía mientras me abrazaba cuales hermanos, cruzando su brazo por mis hombro.– Pero ya en cerio, tengo entendido que mataste a alguien ¿Verdad?

– Púes tienes entendido bien.

-Y dime ¿Como se sintió matar?

Al oír eso di un pequeño respingo. Jamás considere mis emociones al hacerlo, o incluso después, lo único que recuerdo, era una rabia inexplicable, pero no podía dejarlo con la duda, así que mentí.

– Pues fue aterrador. Al ver su sangre cubriendo mi ropa y mis manos, dios, fue muy alarmante.

– Mientes.

– ¡¿Como sabes?! Digo... ¿Porque lo dices?

– En cerio que eres idiota. Jamás usas palabras así, además de que nunca integras la palabra "dios" en ninguna de tus oraciones si no es para mentir ¿Qué paso?

– No recuerdo nada. Solo sentí rabia y odio al matarlo. Aún así, no me arrepiento de nada.

– Ya veo, ven, vamos con el director. Parece que alguien tiene problemas.

– Y no llevo ni una semana aquí. Aunque también quiero hablar con el.

Durante todo el camino, no dijimos nada. A nuestro alrededor los susurros aumentaban mientras mas nos adentrábamos en la base. Cuando llegar al fin llegamos al susodicho edificio del director, nos dimos cuenta que no seria sencillo, para llegar con el director, debíamos escalar una cuerda por fuera de este, vaya que estaba enojado.

Subir cuatro pisos por una soga y sin protección, todo porque al parecer es un maniático obsesivo con mejorar el rendimiento físico de sus soldados. Nosotros fuimos los primeros en probar su nuevo invento.

– Pasen, pasen, que puedo hacer por ustedes jóvenes.– decia el hombre de edad madura que necesitaba un bastón para caminar a pesar de verse aún muy conservado.

– El soldado Creispad viene a hablar con usted.– dijo Brawn haciendo un saludo militar

– Adelante soldado... Creispad, que tiene que decirme.

– Quiero ser reubicado.

– ¿Que?–cuestionaron ambos.

– Quiero ir a Oaxaca.

– Pero joven, Oaxaca es el estado mas peligroso actualmente. Los cárteles que sobraron se fueron al sur y se unificaron.

– Si Creispad, piensalo mejor.

– Estoy decidido. No hay marcha a tras.

– Pues si ya tienes tu...- la platica fue pausada por una llamada.– Movilicen a todas las tropas disponibles. Jóvenes tomen su equipo, hoy tendrán su primera misión real.

– ¡Señor si señor!– dijimos juntos

Corrimos a los almacenes y tomamos el equipo regular del soldado: casco, chaleco antibalas, coderas, cinturón de municiones, rodilleras y espinilleras. Todo el equipo junto es muy pesado, pero necesario.

Subimos a un auto blindado y del campamento salió una caravana de diez autos blindados. Dos llenos de municiones, siete llenos de soldados, dos con armas explosivas y un tanque para ciudad.

– ¡De acuerdo cadetes! Hoy tendrán su primera misión real. Deben estar listos para lo que sea a lo que nos enfrentemos. Aseguren a los civiles y ataquen al enemigo. ¡No me defrauden! ¡Esta es la vida que les toco llevar! ¡Hagan que valga! – dijo el director por el radio de todos.

– ¡Au! – gritamos todos juntos en señal de entendimiento.

Llegamos al lugar, era un tiroteo entre terroristas y soldados y se usaron granadas por lo que el terreno era un desastre. Avance junto con Brawn y otros dos, encontramos otros que ya se encontraban ahí. Usamos los autos ocultamos como cobertura y avanzamos sigilosos.

La suerte nunca me dura. Unos terroristas nos divisaron e iniciamos un breve tiroteó. A lo lejos vi como uno de ellos le hiba a disparar a un niño, en mi mente sonaron las palabras del capitán: "Esta es la vida que les toco llevar".

Corrí directo hacia el niño, justo cuando jalaba del gatillo yo ya soy el escudo humano del infante. La bala me da de lleno en el pecho, los chalecos antibalas son mas efectivos contra armas de bajo calibre, no contra armas pesadas. Pierdo sangre y el conocimiento, escuchó como Brawn se acerca y me llama, tratando de mantenerme despierto.

Hola, bueno, esta es la primera historia que subo al wattpad. Perdonen las equivocaciones gramaticales mínimas, básicas y agravadas, eso era todo.

2017...

La historia esta siendo editada para corregir las faltas ortográficas así como agregar mas detalle y cambiar ciertas cosas mal echas o incoherentes. Gracias por hacer que esto llegará a tantas leídas. Muchas gracias.