About time › Yoontae

O2 of O2

Es un acto posesivo que le revuelve el estómago lleno de nerviosismo. Lo hace doblegarse, mordiendo con más fuerza hasta que oye a Yoongi gruñir contra él, clavándose las uñas en la cadera de Taehyung.

—No sabes seguir órdenes —murmura Yoongi, lamiendo su última marca en el cuello. La piel de Taehyung estaba sudada y olía cada vez más delicioso—. Tendré que enseñar a hacerlo.

—No me lo has puesto fácil —Yoongi dice, apretando a Taehyung contra él. Besándolo con fuerza, con la lengua recorriendo el labio, haciéndole estremecer, casi gimiendo. Siente un temblor bajo la piel, un calor que se enrosca como un carbón ardiente en su vientre. Taehyung podría correrse solo con esto, volviéndose adicto a la boca resbaladiza y caliente de Yoongi—. Lo único que haces es tambalear mi postura.

El bulto del alfa roza el muslo de Taehyung, demasiado sensible a través de la pijama. El omega gime por la fricción, demasiado fuerte. El calor hace que le arda el vientre por esa manera de protección agonizante que tiene Yoongi con él. La humedad emana su cuerpo en una nueva oleada, y está bastante seguro de que pronto querrá más.

Es así, como Yoongi no puede evitarlo, frotándose contra la fricción y el intenso aroma que inunda la habitación. Eso es suficiente para dominarlo. Sin esperarse, pero con firmeza, Yoongi enrosca su mano en el pelo de Taehyung, sujetándolo mientras le susurra al oído con un beso húmedo.

—Si no tienes el interés portarte bien, te dejaré así —Taehyung jadea ante la idea—. ¿Eso quieres?

—N-no, no, por favor, alfa —dice Taehyung, incapaz de ignorar cómo el tono de Yoongi lo hace temblar, consumido por la desesperación por su aprobación—. Seré buen Omega. Por favor.

Mientras el alfa juguetea con su camisón, le da un último beso antes de separarse de él. Se siente como si le dieran un golpe en el pecho, una especie de decepción y desesperación apareciendo en su corazón.

— Date la vuelta y desvistete —es una orden. Firme y sin titubeo, pero al encontrarse con la mirada fija de Yoongi, Taehyung siente la confianza de hacerlo—. Muéstrate ante mí.

Sintiendo su fino camisón deslizarse sobre su flexible piel, Taehyung escucha atentamente mientras un jadeo bajo estalla en la habitación silenciosa.

—La tentación en bandeja de plata —esas palabras lo impactan, pero hace sentir a su intimidad endurecerse una vez más—. Mi bonito omega.

Retorciéndose en su lugar, escucha el crujido de la tela impactar en el suelo. Está ante Yoongi, sin nada que protegerlo, pero no tiene miedo de ser reclamado.

Los muslos temblorosos se tensan atrapando su polla llorosa, su entrada contrayéndose por más. Las manos venosas del alfa son su único deseo. Su piel, el alfa encima de él y nada más.

Yoongi avanzó, sosteniendolo con la mano para dirigir a Taehyung hacia la cama. Se sentó primero, tomando por debajo de su trasero, y los volteó para que Taehyung fuera el que se sentara encima. El omega estaba sentado en su regazo, con el trasero justo por encima de su polla aún vestida por la pijama. Taehyung gimió ante la sensación, cuando el alfa tomó sus caderas para moverlo encima de él, rozando ambos con pequeños movimientos que provocaban corrientes. El menor se aferró a la camisa de dormir de alfa, en un intento de aferrarse a las sensaciones.

Yoongi movió sus caderas hacia atrás antes de mecerlas ligeramente hacia adelante otra vez. Taehyung se lamió los labios, antes de que el alfa lo besara desordenadamente.

—¿Desde cuánto tiempo querías esto? —añadió, golpeando sus caderas más agresivamente contra Taehyung—. ¿Cuánto lo deseabas, eh? —gruñó, antes de comenzar a chupar dónde Taehyung deseaba llevar su marca de apareamiento—. Tan sumiso.