About time › Yoontae

O2 of O2

—Sabes lo que haces —sentenció el pálido, y el joven más bajo se estremeció—. ¿No es así? —preguntó más cerca, Taehyung siguió sin moverse—. ¿Crees que no se tus intenciones?

—Alfa... —respiró, pero no pudo encontrar nada de esa ansiedad anterior, no con tanto olor de Yoongi contra él y a su alrededor— Alfa, por favor.

Probablemente fue intencional, pensó Yoongi y Taehyung estaba muy contento por ello.

—Tienes que darte la vuelta e irte —el alfa canturreó y el omega se negó—. Es una orden, Taehyung.

Mordiéndose el labio, el omega obedeció con sus brillantes ojos almendras abiertos de par en par, a nada de acceder a la rendición. Sin embargo, es ahí cuando sucede.

De un momento a otro, Yoongi pasó su mano por el cabello húmedo del omega provocado por el sudor, acción que lo hace callar. Desde cerca, podía oler su propio y tenue aroma a  alfa que emanaba del cuerpo de Taehyung, tras la espesa y lujuriosa mezcla que Taehyung exhalaba a oleadas. Probablemente, por haberse frotado con el abrigo hasta lograr la misión de impregnarse con el aroma.

—Alfa —murmuró Taehyung, balanceando el brazo al sacudirse contra la tela—. No me deje otra vez.

¿Cuánto tiempo llevaba esperando? ¿Desde aquel día? ¿Casi dos años encerrado en esta mansión esperando durante sus celos, este él, negándose a entrar y poner fin a su sufrimiento?

Taehyung lo miró con los ojos muy abiertos, girando, buscando fricción por reflejo. Incapaz de encontrarla, cerró los ojos con fuerza, presionando sus mejillas enrojecidas.

—No... Puedo hacerlo, Taehyung —habló Yoongi, y esperó a que Taehyung abriera los ojos y lo mirara. Al hacerlo, vio que los ojos de Yoongi eran oscuros pero tranquilos—. No está bien, no es lo correcto para los dos.

Acercándose silenciosamente a su alfa, Taehyung empieza a juguetear con las cintas de su túnica. Sus manos sudorosas tiemblan mientras intenta callar su mente acelerada y dejar que su cuerpo haga lo que le plazca. Al principio, se creé incapaz de hacerlo, pero cuando las manos de Yoongi están tan cerca de su cuerpo, sabe que está a su voluntad.

—Omega —advierte Yoongi, mientras Taehyung se acerca. El rostro de su alfa se tiñe de satisfacción.

Taehyung sigue jugando con la cinta de su túnica, hasta que por fin consigue abrirla, dejando al descubierto su bronceada clavícula. Está temblando de nervios, con las manos entrelazadas entre las cintas de la ropa, revelando poco a poco más piel bronceada a la mirada errante de Yoongi

Yoongi acerca a su cuello, específicamente en dónde supone que debería haber una mordida. Taehyung se estremece al tenerlo tan cerca, pero sigue sin moverse del lugar. Después, aparentemente más seguro de saber qué hacer y cómo reaccionar, deja que Yoongi coloque sus manos en su cintura, encantado con la seducción abierta de Taehyung.

Bajando la mirada hacia el regazo de Taehyung, puede notar un bulto prominente que se asoma. Es quizás la poca cordura de Yoongi abandonandolo cuando nota a Taehyung dispuesto a ser suyo. Completamente suyo. La aparente excitación de Taehyung lo hace sentirse más húmedo y, aunque en el fondo de su mente confusa comience a dudar si debe continuar o no, deja que su cuerpo lo guíe.

Con fuerza en la cadera, Yoongi lo encierra entre sus brazos para evitar que se apoye en él. Taehyung responde bajándose la bata por completo para darle ese anhelado permiso a Yoongi de succionarle las clavículas.

—Taehyung —advierte el alfa, moviéndose para interponerse para dejarlo únicamente contra su cuerpo. Las primeras marcas de dientes comienzan a parecer y hacer acto de presencia en su piel.