About time › Yoontae

O1 of O2

Era una relación extraña, como mínimo, si es que se la podía llamar así. Desde aquella fatídica noche donde no hubo consumación del matrimonio, nada pasó más allá de lo correcto, irónicamente al no ser ya un señorito, si no un esposo, pareja de un alfa. La prueba definitiva fue, cuando después de un año de casados y durante uno de sus celos más agresivos, pidió por el alfa, pensando en que tal vez, llegaría esa noche.

Yoongi se encontraba en una misión por un mes, marchandose una semana antes de la llegada de su celo. Taehyung lo pasó solo, llorando y gimiendo por algo no iba a ocurrir. Sin embargo, en la habitación de alfa, bajo las sabanas de su cama, con el aroma de sus camisas y los recuerdos de las vistas que Taehyung había tenido de su cuerpo mientras este entrenaba y tenía gracias a las observaciones que tenía a escondidas, se dió cuenta que tal vez, realmente no le era diferente al alfa.

Por mucho que Taehyung deseara dejar de ser puro, dudaba que el alfa lo considerara atractivo. Era demasiado joven, puro de piel y huesos, no tenia nada voluptuoso ni muslos gruesos como la mayoría de los omegas, y a veces se pregunta si alguna vez recibiría esas cualidades deseadas. Pero se enorgullecía de su aroma y sus ojos encantadores para presumir. Incluso llegó a pesar de posibles amantes o amores que ya ocuparan la mente del alfa, pero para su fortuna, Yoongi parecía casi despreciar algo como eso.

Habían pasado casi dos años de casados. Taehyung ahora tenía veinticinco años y Yoongi tenía treinta y cinco años. Durante ese lapso de tiempo, nunca había ocurrido el enlace. Nada que documentar. Nada que explicar. Dormían en habitaciones separadas, pasaban cada uno de sus celos solos y en privado, sin nada de contacto. Sus visitas dejaron de ser de verlo en cada cena a tener que convivir con el solo por temporadas o cada tercer día, un hecho que tampoco ayudaba.

¿Yoongi lo aceptaría? ¿Le provocaría esa dominación que tenían los alfas con sus omegas, como había leído y escuchado de otras personas?

¿Algún día se acostarán? ¿Será para calmar su calor o tendrían sexo de verdad? No sabe si emocionarse o asustarse ante la perspectiva de consumar finalmente el matrimonio. Por un lado, se alegra de poder cumplir por fin los deseos que su lobo parece tener con el alfa. Llevar su marca, presumir su vientre orgullosamente de llevar a sus cachorros y finalmente sentirse amado y deseado. Pero si eso no sucedía, ¿Vivir con un amor reprimido? ¿Era posible?

Nunca ha tenido una experiencia real. Lo poco aprendido había sido con la educación omega ejemplar y lo leído en libros, más experiencias de sus amigos y anécdotas de su hermano mayor.

Todos le habían dicho. Acércate a tu alfa. Demuestra la sensualidad que solo posee un omega, pero ¿Cuál era ese don? ¿Entregarse sin más al alfa? ¿Si lo rechaza? ¿Si lo niega?

Estaba a una semana antes de iniciar su celo. Comenzaban a manifestarse los síntomas pre-calor, que lo hacían sumergirse en el cegador pensamiento de saber si era lo ideal para hacerse más atrevido. Darse un empujón para acercarse al alfa y tener mayor motivación para hacerlo. Podía usar, perfectamente, la excusa de su celo insoportable una vez pasará por ello. Una justificación válida para pedir por el militar.

La poca cordura que le queda para pensar y para acceder a desear, era que Yoongi sea quién calme el ardor de su interior. Dejar de sentir esa soledad de siempre. Está inseguro, por supuesto, pero está confiado que no hay nada más que deseé, que convertirse oficialmente en el omega de Min Yoongi, pero sabía que no había nada que hacer realmente bajo ese anhelo para hacerlo un hecho.

•••

El otoño estaba a nada de darle rápidamente un paso al invierno, y la calma reinaba en el cuartel general en las bases militares de Daegu. Anteriormente, Yoongi permanecía en las sedes de Seúl incluso desde antes de la boda, pero poco a poco fue extendiendo su poder y cargo en Daegu también. Sabía que comenzarían próximamente las expediciones en la nieve, así que era entonces cuando los soldados disfrutaban de sus vacaciones anuales o partían a la zona desmilitarizada de Seúl, también conocida como la frontera, protegiendo la franja de tierra que atraviesa la península de Corea, separándose de Corea del Norte. Yoongi había decidido no tomar esas vacaciones completas (unas que nunca se habían realizado, para empezar) pero sí, quizás tomar una semana de descanso.