—Rin, mierda, t-tú... estás...

—Alfa—repite antes de besarle con más fervor, sacudiendo sus caderas mientras hace fricción, Len gruñe entre el beso, introduciendo su lengua en su boca y Rin gime.

Sí, sí, más, necesita más. Porque ella está horrible, abrumadoramente excitada y caliente.

—Omega—murmura entre el beso, con sus manos recorriendo su piel bajo el suéter, ella jadea y se aleja cuando la tela del suéter pica y la incomoda, le molesta y necesita que todas aquellas capas de ropa desaparecieran de entre sus cuerpos.

—Desnúdame—pide mientras Len medio se sienta y lo hace, salpicándola de besos por su cuello y torso, gruñendo cuando su sostén se interpone en su camino—. Alfa... —se queja, necesitando de su boca en su piel.

—Espera, espera...—repite en una voz baja y raposa, cálida y gruesa, le hace cosas que no sabe explicar.

Él la atrae hacia su cuerpo cálido y desprende de su sostén casi con demasiada facilidad, Rin está muy encantada para siquiera reprocharle algo y cuando Len la libera de esa tediosa prenda se acerca a sus pechos sin perder tiempo, prácticamente chupando uno de ellos, mordiendo levemente su pezón izquierdo mientras pellizca con su mano el derecho. Ella jadea, muy abrumada y mareada para siquiera pensar en otra cosa que no sea refregarse por la polla de Len, de su alfa, sintiéndose vacía y adolorida.

—Alfa, quiero... te necesito—solloza mientras tira de su suéter, lo necesita desnudo, ella también quiere estar desnuda.

—Joder, sabes... ¿sabes siquiera lo qué me está costando? ¿Sabes siquiera la forma en qué hueles?—Gruñe cerca de su oreja, respirando agitadamente, su cálido aliento choca contra su piel, estremeciéndola—. ¿Sabes siquiera lo mucho qué quiero rogarte que me dejes arrastrarme entre tus muslos y arruinarte?

—Ha-Hazlo, alfa, por favor, tócame más—pide, cerrando sus ojos ante su voz que estaba llena de deliciosas promesas que ella quería cumplir de inmediato.

Con dificultad quita el molesto suéter del pecho de Len, acariciando rápidamente sus pectorales levemente definidos y los músculos que puede sentir tensarse bajo la yema de sus dedos. Len la abraza por su cintura, poniendo sus cuerpos al ras.

—Puedo olerte, omega... —retumba mientras deja besos húmedos en su cuello, su voz parece caer una octava, casi ni siquiera suena como él—, puedo oler lo mojada que estás.

Rin llora mientras pone sus manos en la tira elástica del bóxer ahora arruinado por su mancha, Len gruñe antes que su agarre se incremente, dejando quizás una marca después. La omega dentro suyo suplica porque la desnude y Len lo hace, tirando de su propio bóxer mientras Rin lo ayuda, poniendo sus manos en sus hombros y sosteniéndose con ayuda de sus rodillas mientras Len desliza la prenda por sus piernas hasta que Rin tiene que acostarse.

—Está bien, te tengo... me ocuparé de ti, omega—tranquiliza cuando Rin se acuesta entre las cálidas mantas que tiene el aroma de su alfa impregnado.

Cuando finalmente la última prenda es quitada Len la contempla con ojos tan oscuros que incluso brillan un poco. Rin se queja mientras tironea de su pantalón de franela que tiene como pijama, molesta de que su alfa aún tuviera algo de ropa puesta. Len sonríe antes de desnudarse rápidamente de un tirón, quitándose tanto su pantalón como ropa interior de una vez.

Sus palabras mueren en sus labios cuando ella finalmente lo contempla, sus ojos se abren por que... mierda.

Ella nunca ha visto un nudo antes y no puede dejar de mirar la polla de Len, la cuál es larga, gruesa y dura, y ella no puede evitar pensar en alisar su pulgar sobre el nudo ligeramente hinchado que se extiende a solo unos centímetros de la base de él. Está pensando en cómo se sentirá dentro de ella, pensando en la forma en que sabe que se hinchará para llenarla.

The only | rilenWhere stories live. Discover now