C A P I T U L O 1

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Desperté antes que el sol,como siempre.
No porque quisiera,mi cuerpo ya lo hace solo. Es como si llevara un reloj por dentro que nunca me pidió permiso para funcionar. A veces me gustaría quedarme cinco o más minutos debajo de las cobijas,sentir el calor tibio de Amelí mi hermanita a mi lado. Y simplemente no ser tan responsable pero no tengo ese lujo,creo que nadie.

Lo primero que escucho es su respiración pausada. Y por un momento,me permito quedarme quieta mirando como duerme. Su puñito cerrado junto a su cara, como si abrazara un secreto. Su pelo rizado enmarañado cae por la almohada en un río castaño que al sol se ve naranja. Igual al mío, igual al de mamá. No debería pensar en ella tan temprano,me hace daño.

Me levanto en silencio,piso con cuidado,esquivando la tabla que cruje en el suelo para no despertarla todavía.La cocina está fría, el aire cargado con el olor de los platos que no termine de lavar anoche.

Pongo agua a calentar y busco la leche para Amelí . El gas está justo. Otra vez. Tomo aire y me repito calmarme.

Regreso al cuarto con su taza favorita. La que tiene un osito rosa con bufanda azul. Me siento a su lado, y acaricio su mejilla llena de pequitas lentamente.

-Amelí,es hora

Abre sus ojitos poco a poco. Tan grandes,tan brillantes. Me sonríe como si acabara de ver el cielo.

-Hoy también hay biblioteca?-rasca con su manita su ojito izquierdo.

-Si cielo,la señora Beler ya te está esperando para leerte esos cuentos que tanto te encantan-quite su mano de su ojo para evitar que se lastimara.

-Hoy también me leerá el de la ballena voladora?-sus ojitos ya brillaban de la emoción.

Asiento enternecida. Siempre me pide ese,dice que porque la ballena le recuerda a nuestro hermano mayor,aún no se porque pero no le pregunto.

La ayudó a vestirse Su vestido celeste que tanto ama,ya está quedándole chiquito pero a veces se rehúsa a usar otro. A parte de que los demás todos están manchados de pintura,por las veces que me atrapa en en mi pequeño estudio pintando y ella quiere pintar igual.

Le peino su cabello y le coloco la diadema que también la encanta.

Meintras ella desayuna en la mesa-con sus piernas colgando y moviéndose al ritmo de una canción inventada. Yo aprovecho para alistarme.

También me coloco un vestido. De corte corto y ligeramente acampanado,con una falda que cae suave y suelta. El estampado es florar con pequeñas rosas sobre un fondo blanco. La tela es perfecta para el clima cálido. Escote cuadrado, y la parte de la cintura un poco ceñida a mi cuerpo.
Encima coloco un suéter corto ligero de color beige,no lo abotono.

Recojo mi cabello en un moño bien hecho dejando dos mechones caer a mi cara. Me maquillo sutilmente y bajo de inmediato.

Miro el reloj. Anxel mi hermano mayor ya debe estar en el hospital-en dónde trabaja como guardia-Anoche dejó unos billetes doblados en la mesa y una nota con un dibujito de los tres.

En cuanto Amelí terminó su desayuno yo la acompañé al baño para ayudarla a lavarse los dientes mientras yo también lo hago. Después de eso tomé mi bolso y lo colgué en mi hombro. Ella tomó su mochila en donde llevaba marcadores de colores, lápices y crayolas y dos libros de colorear.

Salimos del departamento. Amelí tomó mi mano y no la suelta en todo el camino. Mientras vamos me cuenta lo que soñó ; una historia sobre gatos con sombreros que bailaban sobre nubes. Yo solo sonreía por su carita de emoción al contármelo. Lo anoto mentalmente,quizá algún día lo escriba en mi block bajo mi cama.

Version incompletaWhere stories live. Discover now