Hank McCoy

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Durante dos largos días, Hank logró mantenerse firme y evitar toda clase de contacto con Alex. Durante dos largos días se quedó encerrado en su habitación, sin salir ni a comer.
Por supuesto que el tercer día debió salir, su vejiga ya no aguantaba.

Abrió la puerta con lentitud para evitar el molesto chirrido que solía hacer, asomando luego la cabeza aún más lentamente. Al no ir tampoco a su laboratorio, estaba en su apariencia animal, lo que llegaba a darle algo de picazón. Fuera de ello estaba igual, con una de sus típicas camisas y unos pantalones que usaba para dormir, a modo de pijama.

Con cuidado, apoyó la planta del pie izquierdo fuera del cuarto, sin dejar de observar el pasillo. Casi pega un grito capaz de despertar a Charles al pisar algo. Con algo de extrañeza, levantó el pie, para poder ver un papel que había en el suelo. Era una nota, acompañada de varias más, que rodeaban la puerta del cuarto.

-"Lo siento. -Alex"-

Leyó en voz baja uno de los trozos de papel, levantando presuroso todos los demás para comprobar si decían lo mismo. En efecto, pareciera que era su modo de pedir disculpas. Se le hizo algo tierno, pero nada más, por lo que decidió seguir su cruzada para alcanzar el baño y regresar.

~

~20 minutos luego~

Salió del baño con un rostro más calmado, no supuso mucho problema ir hasta allí. Charles parecía enfrascado en su lectura, y Alex no dió señales de vida, lo usual.
Ya que estaba allí, decidió ir al laboratorio en busca de lo necesario para armar un suero y poder dormir en paz, no se acostumbraba a despertar y verse azul.
El laboratorio quedaba en el sótano por el momento, como cualquier guarida de científico loco, por lo que tuvo que bajar una escalera en penumbras y tantear en la oscuridad para dar con el interruptor de la luz.

-Debí traer una linterna...-

Murmuró mientras seguía acariciando con sensualidad el muro. Jodido botón.

Cuando lo halló, giró sobre si mismo para tomar las soluciones del escritorio, y al hacerlo quedó con los ojos como platos. Dormido en su silla, y con un cuaderno como almohada, se encontraba Alex. El marcador que usó para las notitas se encontraba en el suelo, y alrededor del rubio había varias bolas de papel arrugado.

Tomó una y la leyó:
"Bola de Pelos, lamento haberte tratado tan mal. Charles dijo que estabas molesto (¡Jodido Chuck!). Pero no necesitaba que me lo dijera para darme cuenta. No soy tan bobo. Espero que pronto me perdones.
Tuyo, Alex"

Si no fuera por el pelaje, se hubiera notado el sonrojo en el rostro del castaño. Observó unos momentos al ajeno; parecía tan buena persona cuando dormía...
Se rascó la cabeza, pensativo. No tenía idea de cómo reaccionar desde ahora. No deseaba terminar perdiendo a aquel chico de nuevo. Pero su cabeza estaba enfrascada en hacerlo sufrir por ser tan... ¿Alex?

~

Empujó con la espalda la puerta del cuarto del rubio, ya que en sus brazos se encontraba éste dormido. No le costó nada acostarlo, ya que las sábanas estaban corridas. Pero le costó mucho dejarlo. Parecía un pequeño niño.
La comparación lo hizo sentir pedófilo, pero se tranquilizó pensando en que decirlo hubiera sido peor.

Una vez que dejó a Alex en la cama se sentó unos momentos, observándolo, buscando la respuesta a qué lo había cautivado de él. Bostezó luego de unos minutos buscando en vano, y fue hasta la puerta para echar un último vistazo al chico. Luego regresó al laboratorio en busca de algún suero.

~

Durante el desayuno, Hank notó que Charles se veía algo cansado, pero no dijo nada sobre su actitud (Obvia, claro) con respecto al rubio. Alex tampoco dejó caer ningún comentario sobre haber despertado en su cuarto cuando estaba seguro de haberse dormido en el laboratorio de Hank. Pero este último a duras penas lograba contener una tímida sonrisa, escondiéndose dentro de una taza de café.
El telépata alzó una ceja al ver la alegría que irradiaba Hank, pero había terminado acostumbrándose a que Bestia tuviera sus ataques de bipolaridad semanales.

Luego de un largo e incómodo silencio, Summers habló en un tono claramente sarcástico.

-La Bola de Pelos debe estar preparándose para hibernar dentro de poco.-

Jodido rubio. Si no hubiera sido por pensarse pedófilo durante un momento, le hubiese enseñado que tan preparado estaba. En cualquier caso murmuró antes de regresar a su café.

-No te haría mal comer. Eres muy liviano...-

El chico puso cara de póker, parecía estar procesando las palabras para encontrar el mensaje oculto. Con satisfacción, el castaño comprobó que el otro se había dado cuenta, y un leve tono carmín pintaba sus mejillas.

-¿Acaso...?-

Sin tener idea de qué pasaba, Charles se retiró de allí. Se fue murmurando algo de que la camarera rusa era mucho más sencilla de entender que esos dos.
En voz baja, Hank respondió a la vez que asentía con la cabeza.

-Ajam.-

-No pasó nada ¿verdad?-

-Nop, tranquilo-

-Diablos... Suponía que sí, había cabello azul en mi ropa...-

Alex rió un poco con su propio comentario, además de que ahora el castaño estaba rojo. Como pudo, le aclaró mientras movía una mano en gesto de "Relájate".

-No me sorprendería si llegara a pasar. A menos que estuviese despierto. Por que, ¡vamos Hank! Ambos sabemos que en una hipotética relación, tu irías debaj- -

Un ofendido Hank lo interrumpió plantando un firme pero algo torpe beso en los labios, sin importarle mancharse con las mermeladas que había en la mesa.

-No me provoques, Summers. En una hipotética relación, tu eres el más pequeño y delgado.-

Con un guiño en señal de victoria, se retiró de allí, ocultando de la cara del otro una enorme sonrisa.

||Perdón por tardar en escribir la continuación, pero en ofrenda de paz (?) También les dejé un capítulo de Charles, y pronto habrá de Erik C: cuando me de la gana, pero habrá.

Salvaje y azul lejanía.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ