¿Jugamos a ser novios? (Final)

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—Estás actuando extraña, ¿Pasa algo? —le preguntó el muchacho susurrándole tiernamente  al oído.

En ese momento Jeanne se sentía como las otras chicas del colegio, aquellas fanáticas de Matt que se derretían por tenerlo cerca. Ella sentía que se derretía cada vez que él le susurraba de esa manera al oído.

—Te lo dije, tengo sueño y por lo regular tiendo a ser rara cuando no he dormido en toda la noche —esa excusa no se la creyó ni ella misma pero ambos decidieron dejarlo así.

Para complacerlo Jeanne se detuvo en el pasillo obligándolo también a él a detenerse y le dio un rápido beso sobre la comisura de sus labios, eso le bastó.

* * *

Estar enamorado apestaba cuando tenías que separarte de la persona que querías. ¿Por qué no simplemente le pedía a Jeanne que fuera con él? La respuesta era obvia, era egoísta siquiera pensar de esa manera.

Los ojos de Matt no se habían separado ni un minuto de la chica desde que se había levantado de su lado para ir a jugar con Frank.

Era más lógico pensar que debería estar en su casa con sus padres ya que se iría a la tarde siguiente pero en lugar de eso prefirió ir a casa de Jeanne en donde se sentía como en una familia, aun cuando el más pequeño de la casa se empeñaba en recibirlo con un golpe en la espinilla, ya hasta sentía que él era el señor barriga y Frank el chavo del 8 que siempre lo recibía con un golpe al entrar.

—Deja de ver a mi hermana así o se te van a secar los ojos —dijo Brenda atrayendo la atención del muchacho—. No puedo creer que después de un mes y medio te hayas dado cuenta de que te gusta mi hermana ¡de verdad! —la pequeña copia de Jeanne con años menos que ni se molestaba en bajar su voz, aun no le agradaba Matt, para ser más sincera, la pequeña hermana tenía celos del modelo—. Eres un tonto.

No dijo nada, pues era verdad, había tardado demasiado en darse cuenta que la quería más de lo que imaginó. Era más que un tonto.

Cuando le había pedido a Jeanne ser parte de su plan, lo había hecho porque pensó que no se enamoraría de ella por el simple hecho de ser una chica normal, gran estupidez de su parte, si algo aprendía de su trabajo era que no se debía juzgar por las apariencias pero el siempre terminaba haciéndolo.

Cerró sus ojos y recargó su cabeza en el respaldo del sillón, a su lado Brenda negaba con la cabeza, no la veía pero sabía que eso estaba haciendo.

—Te juro que si mi hermana no sonríe después de que te vayas te iré a matar, no importa en donde estés —le advirtió Brenda y nuevamente se concentró en la televisión.

—Cuando tenga mi dirección te la mandaré por e-mail para que vayas a hacerlo —musitó Matt aun con sus ojos cerrados.

—Parece que ya se llevan mejor —dijo Jeanne acercándose a ellos con el pequeño en brazos.

El muchacho abrió sus ojos y la vio sentarse a su lado, Frank se sentó en las piernas de su hermana mayor y con un carrito de juguete empezó a trazar una pista de carreras en la pierna de Matt, esto le provocó cosquillas y con una mano alborotó el cabello de pequeño.

—Creo que es mejor a que te golpeé ¿no? —dijo Jeanne.

—Sí, definitivamente —pasó su brazo por los hombros de la castaña y le dio un rápido beso en la mejilla.

—Me dan nauseas —murmuró Brenda por lo que solo Matt logró escucharla.

Los padres de las muchachas entraron a la sala con un par de bandejas con botanas y bebidas para pasar esa noche. Todos se reunieron en la sala después de unos minutos y compartieron todo el tiempo que les fue posible, los padres de Jeanne le tenían un gran cariño a Matt por lo que no les importó que se quedara a dormir en su casa esa noche, sabían que era un buen chico, más de lo que la primera impresión les había dado el primer día que puso un pie en su casa.

¿Jugamos a ser novios? (JASN Libro #1) (DISPONIBLE EN FÍSICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora