Forsaken Oneshots ͏ ͏ ͏ ᭄᭡ ͏ ͏ ͏ ͏ㅤtraduccionesㅤ ꯳⃘꤫

XII. Neat and Unraveled {🌸}

La risa de Mafioso fue profunda, casi tierna, mientras tiraba suavemente de la cinturilla de los calzoncillos de Chance. La tela se deslizó hacia abajo, exponiéndolo por completo, y Mafioso se quedó sin aliento al verlo. El coño de Chance estaba allí, brillando de excitación, y la vista era tan cautivadora que provocó un suave murmullo de apreciación de Mafioso.

-Oh, qué hermoso eres- susurró Mafioso, con la voz cargada de anhelo. Sus manos se movían con cierta reverencia, trazando los contornos del cuerpo de Chance, sintiendo cómo se estremecía bajo su toque, sus dedos rozando la piel sensible de Chance, lo que le hizo jadear y moverse inquieto. El jugador comenzó a mordisquearse suavemente el labio inferior, temblando de anticipación.

Chance se sintió expuesto y apreciado bajo su mirada. Sus caderas se sacudieron ligeramente. -Solo... solo acaba con esto. Por favor- murmuró Chance, sin estar seguro de si lo decía en serio. Su semen goteaba sobre el sofá, se dio cuenta. Qué humillante.

Mafioso sonrió con sorna. Le gustó la respuesta mordaz. Muy... Chance de su parte. Con lentitud mesurada, se quitó un guante de la mano y lo colocó detrás de él en el espacio vacío del sofá de terciopelo. Sus dedos desnudos comenzaron a trazar delicadamente el coño de Chance, lo que le hizo estremecerse y cerrar los ojos. Saboreó la sensación, el toque electrizante.

El pulgar de Mafioso rozó su clítoris, y el pequeño miembro se movió nerviosamente mientras aplicaba presión. Chance contuvo la respiración y dejó escapar un gemido al sentir la estimulación directa. Su cuerpo respondió al instante, levantando las caderas del sofá en busca de más, incluso mientras intentaba aferrarse a un poco de compostura.

-Te gusta, ¿no?- Mafioso lo provocó con un gruñido bajo. Sus dedos continuaron su exploración, hundiéndose más, recogiendo la humedad y esparciéndola, cada toque enviaba ondas de placer a través de Chance.

Chance tenía la cabeza echada hacia atrás y la boca abierta en silenciosas súplicas o maldiciones; no podía decidirse. Su cuerpo ya no le pertenecía, cada nervio estaba en sintonía con el toque de Mafioso.

-Ruega por ello- ordenó el mafioso con voz cortante.

El orgullo de Chance se encendió y su reacción inicial fue un silencio desafiante. Abrió la boca para replicar, pero antes de que pudiera expresar su rebelión, Mafioso se inclinó hacia él, con su mano rápida y precisa mientras le daba una fuerte bofetada en la mejilla. El sonido reverberó en la habitación, el escozor fue inmediato y abrasador, haciendo que el rostro de Chance ardiera de calor.

El impacto de la bofetada dejó a Chance aturdido por un momento, con los ojos muy abiertos por el asombro. Pero antes de que pudiera recuperarse, antes de que pudiera siquiera procesar el dolor o el rubor de la vergüenza, el pulgar de Mafioso estaba de vuelta, presionando su clítoris con una presión implacable.

La combinación de la bofetada y el placer repentino fue demasiado. La determinación de Chance se hizo añicos bajo las sensaciones. Se quedó sin aliento, su cuerpo se arqueó ante el toque de Mafioso y las palabras salieron a borbotones antes de que pudiera detenerlas.

-Por favor~!- jadeó, su voz empezó a quebrarse y debilitarse -Por favor, por favor, por favor , no pares.-

Mafioso sonrió con satisfacción, la satisfacción se reflejaba en sus ojos. -Qué buen chico- murmuró, moviendo el pulgar en círculos, provocando más gemidos de Chance mientras comenzaba a suplicar con seriedad, olvidando su desafío anterior ante los abrumadores antojos de su cuerpo.

-Más , por favor. Necesito más!!-suplicó Chance con voz ronca y moviendo las caderas al ritmo del toque de Mafioso.

Qué espectáculo más delicioso era aquel. Mafioso estaba complacido, su sonrisa se ensanchó al ver la lucha y la sumisión de Chance. Lentamente, comenzó a deslizar un dedo dentro de él, de inmediato y gratificante. El cuerpo de Chance, que se había estado retorciendo con una necesidad desesperada, se calmó ligeramente, el movimiento se volvió más fluido a medida que la presión dentro de él comenzó a aliviar el dolor frenético.