13. We don't gotta be in love ♱ N° 124

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«Nam-gyu, Follame.» jadeó, apretando sus pestañas ligeramente junto a sus puños.

El quedó en silencio, congelado.

«No tenemos que estar enamorados, créeme. Ambos lo queremos» frunció el ceño, desplazando sus iris hacia Nam-gyu.

«Joder, bien. » rio. Repentinamente, golpeó sus labios con los de ella, siendo correspondido inmediatamente.

Subiendo a su regazo al pasar los segundos. Ambos soltaban suspiros y algún otro gemido que se escapaba. La erección de Nam-Gyu comenzó a crecer más, haciendola reír entre necesitados besos. Entre susurros arrogantes y besos le dejo claro, ella no estaba enamoradada de el. Solo sería una chica más de sus noches, por necesidad mutua.

Su mano venosa, con unos cuantos anillos descendió, dejando un rastro en su espalda hacia su trasero, haciéndola arquear. La otra mano vagaba en busca de la palanca del auto, la apretó firme cuando la encontró, inclinando ligeramente el sitio para mejor movimiento. El hilo transparente que los conectaba fue debilitándose, hasta bajar por sus barbillas. Acomodo su vestido hacia arriba, bajando sus bragas inmediatamente, mientras el desabrochaba el pantalón y lo bajaba.

Se hecharon una última mirada, conscientes de las acciones que realizarían.

«Disfrutemos. Ignorando los jodidos sentimientos por un momento.» murmullo Nam-gyu. Apoya sus manos en la carne blanda de sus cintura y sonríe. Ella asiente.

Lentamente, Nam-gyu se unde en ella, separando sus labios para soltar un gemido unísono. Guiando con sus manos sus sentones, junto a las palmadas lacsivas, mezcladas con el pegajoso sonido del flujo. Sus sudores brillaban por la perfecta luz de la luna, cual por alguna razón, traspasaba el cristal temblado.

A quien tuvo algún momento llorando en sus brazos por su ex novio, ahora se encontraba follandola. El juraba que era mejor novio que ese pendejo. Con los ojos en blanco, agarro un puñal del lacio pelo de ella, deslizando lo hacia atrás ligeramente.

«¿Eso es lo mejor que tienes?» abrió un ojo con dificultad, con su gran sonrisa arrogante señalando a Nam-gyu. El elevó sus ojos, perdiendo de vista la forma en la que su polla entraba y salía de su coño mojado, sintiéndose retado, sin saber a lo que podía llegar.

«Oh no, claro que no.» gruñó. Le dio una vuelta dificultosa, haciéndola tocar el clapson con sus pequeñas manos, las cuales buscaban una forma en donde aferrarse.

Las duras estocadas en ella revolvieron su vientre, colocando los ojos en blanco de la sobreestimulación. La gruesa polla de Nam-gyu jugaba con su coño de forma impresionante, mientras exploraba sus pechos cubiertos de la tela negra del vestido. El fuerte apretón en su cintura y el puñal de su pelo siendo usado de apoyo para ingresar más profundo la hizo ver las estrellas. Quizas la violencia era más excitante que lo que ella pensaba.

Su ritmo desenfrenado fue perdiendo el patrón corriente de sus estocadas, recibiendo pequeños pinchones eléctricos en su polla del éxtasis. Fue perdiendo el control de su agarre, gimiendo sobre los hombros desnudos de ella, asegurándose de adentrar su polla lo más profundo posible. Ella alzó sus caderas, acomodándose al desenfrenado ritmo de Nam-gyu.

El exhala bruscamente, arrancando sus estocadas erráticas y ásperas el doble. Frunce el ceño del embuido placer, concentrándose en entrar y salir con fuerza. Su polla palpitaba dentro suyo, apretando su coño antes la inexplicable sensación satisfactoria.

Ella forma una C invertida con su espalda, arqueando ante el doloroso placer influido, apretándose contra Nam-gyu. Como si sus orgasmos se cordinaran, ella finalizó en los muslos de Nam-gyu, escurriendo sus fluidos en largas hileras. Sintió un cortocircuito interno al sentir como no paraba luego de su reciente climax. Unos segundos luego, gracias a la estrecha forma que lo apretaba, desplazo sus manos venudas hacia el cuello de ella, sujetándolo con fuerza antes de eyacular dentro, haciéndola gruñir enojada.

«Carajo. ¿Adentro?» Su respiración alterada la obligaba a perder sus palabras de su lengua, balbuceando.

Nam-gyu resopla. «Te voy a comprar unas pastillas del día siguiente.» ella rie, no de un sentimiento gracioso, sino de ironía.

Ambos cayeron en total calma, sintiéndose aliviados de arrojar ese peso de encima. Sus frentes sudorosas, junto al pelo desordenado y las ventanas empañadas delataba sus eróticas acciónes hechas antes. Sus agitados latidos llenaban el pequeño espacio del auto, escuchandose mutuamente con perfección.

El celular vibro por un segundo, desplazando la vista por instinto inmediatamente.

«uhmm, Nam-gyu.» Arqueó la ceja.

El llevo perezosamente su mano hacia el celular, leyendo con dificultad los mensajes que decoraban la pantalla de bloqueo. El gruñó, apagando el celular al ver que solo era Thanos.

«¿Vamos?»

Ella dejó caer su cara en el timón.

«Aja

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Sour Love  ꒰͡ ི ༏   ྀ͡꒱ Thanos & Nam-gyu X READERWo Geschichten leben. Entdecke jetzt