¿Eres bueno besando?

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Ya pasaba de la media noche y la fiesta no parecía estar cerca del final lo cual molestaba a Matt. Algo molesto de las fiestas es que los reporteros siempre querían entrevistas para sus revistas de chismes y esa noche Jeanne, Matt y el rubio imitación pirata de Ken habían dado algo interesante de que hablar.

Después de casi una hora de dar explicaciones a cada uno de los reporteros Matt logró salir de la ola de flashes para reunirse junto a Jeanne detrás del salón.

—Hola extraño —dijo Jeanne observando a Matt ir hacia ella.

—Lamento la tardanza —se disculpó.

Él le extendió una mano a la chica para ayudarla a levantarse de la silla en donde se encontraba sentada esperándolo.

—Te has quitado los tacones —le dijo viendo que ahora estaba unos centímetros más baja y con su mano izquierda sosteniendo los tacones.

—Sí, me he cansado y creo que ya no volveremos a la fiesta ¿o sí? —él negó mientras empezaban a ponerse en marcha hacia la puerta trasera del salón.

Caminaron en silencio por el largo pasillo y al llegar a la puerta Matt sostuvo en sus brazos a Jeanne que por poco grita de la sorpresa.

—Vas descalza y el camino de ahí afuera es de piedra —le explicó al ver sus ojos llenos de confusión.

Aun sorprendida y con los pelos de punta permaneció en silencio mientras él la sostenía entre sus brazos y caminaban hacia afuera del salón. Afuera ya había empezado a refrescar el viento y la piel de los brazos de Jeanne se erizó, quería calentarse los brazos pero en una mano sostenía sus zapatillas y con la otra mano se aferraba al cuello de Matt para no caerse aunque ella estaba segura de que él no la dejaría caer.

Matt caminó con ella durante un par de minutos hasta llegar a las puertas de una casa del triple de tamaño de la casa del modelo, cuando llegaron él dejó a Jeanne con sus pies descalzos en el suelo y abrió la puerta. El interior de la mansión era tan hermoso que la chica sintió que se quedaba sin aire al observar el tamaño del lugar, en tan solo la sala principal cabía toda la casa de sus padres y probablemente sobraría lugar.

—¿Acaso estamos en algún hotel? —preguntó Jeanne entrando cuidadosamente a la casa, hasta sentía que sus pies descalzos dañarían el suelo de madera del lugar si pisaba normalmente.

—No, es la casa de mis padres, aunque por las mañanas si tenemos servicio a la habitación así que no dudes en pedir algo —dijo Matt cerrando la puerta tras él.

—Esto es increíble, no entiendo cómo es que mientras tus padres tiene una casa de este tamaño hay niños pobres durmiendo en cajas de cartón, el solo hecho de estar aquí de pie me hace sentir mal.

—Bien, si te hace sentir mejor mis padres donan una generosa cantidad de dinero para crear más casa hogares para niños que viven en esas circunstancias —le informó deteniéndose detrás de ella.

—Sí, un poco —volteó a ver a Matt y se encogió de hombros—. ¿En donde dormiré?

—Ven —le tomó la mano y empezó a conducirla hacia las grandes escaleras que estaban frente a la gigantesca sala de estar—. Las habitaciones están en el segundo nivel y ahí fue donde pusieron tu mochila con tus pertenencias.

—Bien —dijo Jeanne siguiéndolo.

Sus pies se sentían más fríos debido al contacto con el suelo mientras subían las escaleras, al llegar al segundo piso parecía ser una nueva casa, la decoración era de un tono más claro, con lámparas blancas colgando sobre el pasillo, en medio del gigantesco pasillo había sillas de espera y en las paredes habían dos puertas blancas con adornos extravagantes de cada lado.

¿Jugamos a ser novios? (JASN Libro #1) (DISPONIBLE EN FÍSICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora