I Found Them!!

24. Preguntas

Heeseung preguntó por sus padres y por Mingi por decimoctava vez en el día, su vocecita cada vez más insistente. Hongjoong cerró los ojos por un momento, apretando el puente de su nariz mientras trataba de mantener la calma.

Estaba a una sola pregunta más de perder la paciencia. 

Y eso que tenía a dos cachorros que se supone le habían dado experiencia. 

 —Cachorro, ya te dije que están ocupados en casa —respondió con voz firme, pero intentando sonar comprensivo. No era culpa del pequeño que no entendiera la complejidad de la situación.

—Peo, ¿po ué no pueo lamalos? —insistió Heeseung, su labio inferior temblando un poco, como si estuviera al borde del llanto.

—Porque están ocupados... 

—¿Cuato tiepo más? —preguntó Heeseung, mirando a Hongjoong con esos grandes ojos que usualmente podían derretir incluso la peor de sus frustraciones.

—Ya te lo dije, pequeño —respondió Hongjoong, frotándose las sienes con un suspiro contenido—. Vendrán por ti cuando estén listos.

—¿Peo cuano es "litos"? —insistió Heeseung, frunciendo un poco el ceño mientras abrazaba a Jongseong con fuerza, como si su amigo pudiera ofrecerle consuelo.

Antes de que Hongjoong pudiera responder con una frase que habría sonado más impaciente de lo que pretendía, Seonghwa intervino con una sonrisa tranquila, agachándose frente a los cachorros.

—Heeseung, ¿recuerdas que ayer jugamos a construir esa gran torre? —preguntó Seonghwa, con su tono cálido y calmado.

Heeseung asintió, aunque su rostro seguía reflejando una mezcla de tristeza y preocupación.

—¿Qué te parece si hacemos una aún más grande? Algo tan alto que toque el techo. Podríamos usar todas las piezas que tenemos.

—¿De verdad? —preguntó Jongseong, sus ojos brillando con entusiasmo.

—¡Sí! —añadió Yoosung, ya empezando a saltar de emoción.

Heeseung pareció dudar por un momento, pero cuando Seonghwa le sonrió y le ofreció la mano, el pequeño al fin asintió.

—Está bien... pero solo si usamos todas las piezas —dijo con una pequeña sonrisa que hizo que Seonghwa se sintiera victorioso.

—Eso es un trato —respondió Seonghwa, guiándolos hacia el rincón donde guardaban los juguetes.

Hongjoong dejó escapar un suspiro de alivio mientras veía cómo los cachorros se entretenían con Seonghwa.

—Tienes que enseñarme cómo haces eso —comentó, recostándose en el sillón con los brazos cruzados.

—Es paciencia, amor —respondió Seonghwa con una sonrisa, echándole un vistazo antes de volver su atención a los cachorros—. Algo que deberías practicar más seguido.

—Tal vez... pero si vuelvo a escuchar "¿dónde está Mingi?" una vez más, creo que voy a perder la cabeza.

Seonghwa dejó escapar una risita antes de inclinarse y besar su frente con cariño. 

Los niños comenzaron a construir la torre, seleccionando con cuidado cada pieza y apilándolas con mucho cuidado. El entusiasmo crecía a medida que la torre se hacía más alta. Heeseung, Jongseong y Yoosung reían y celebraban cada vez que lograban colocar una pieza nueva sin que la estructura se derrumbara.

Heeseung parecía más relajado y concentrado en el juego, olvidando por un momento su preocupación por sus padres y Mingi. De vez en cuando, Seonghwa les daba sugerencias y los ayudaba a mantener el equilibrio de la torre, mientras Hongjoong los observaba desde el sillón.