CopyCat (Yeongyu)

15

Beomgyu quería plantar su puño en la cara de Sunghoon cuando Sunghoon sugirió su brillante plan para encontrarle un compañero a Daniel.

No lo hizo, por supuesto. Sabía que Sunghoon se preocupaba por sus mejores intereses. Sabía que Sunghoon solo estaba tratando de encontrar una solución.

Entonces Beomgyu se obligó a cooperar. Ya era bastante malo que Sunghoon ya estuviera mirando como un halcón por cualquier signo de celos. Beomgyu estaba decidido a parecer una persona mejor, más cuerda. Como un omega normal revisando una lista de posibles parejas para su hermano mayor. Como si no quisiera quitarle esa estúpida lista de las manos de Sunghoon y arrojarla a la chimenea.

Hermano, decía su lado racional.

Mío, gritaban sus instintos con saña. Mío, mío, mío.

—¿Qué hay de Yang Jungwon? —Dijo Sunghoon. —Él es hermoso. Es el único hijo de ese magnate, por lo que heredará una fortuna, ya que la riqueza de su familia no está vinculada y puede ser heredada por un omega...

—Nuestra familia apenas necesita dinero, —dijo Beomgyu con una voz perfectamente uniforme. —Y ningún vizconde Blake se ha casado con alguien sin una gota de sangre noble.

Sunghoon arqueó las cejas.

—No creo que a Daniel le importen esas cosas, —dijo, con la voz llena de escepticismo.

—Debería, —dijo Beomgyu. —El título de vizconde Blake puede no ser el de mayor rango, pero nuestra familia es muy vieja, somos descendientes de la antigua familia real.

Sunghoon puso los ojos en blanco.

—¡Oh, vamos! No, tú también. Madre nunca nos dejaba olvidar eso. Sucedió hace casi dos mil años, Gyu.

—Precisamente.

—Bien, —dijo Sunghoon con un suspiro, mirando su lista. —¿Qué hay de Choi San? Un hijo de un duque, te costaría encontrar sangre más azul.

—No es lo suficientemente guapo. Sería miserable, porque desaparecería en un segundo plano junto a Daniel.

Sunghoon le dio una mirada pellizcada.

—No me siento miserable con Heeseung, a pesar de que él es el alfa más guapo del planeta y yo soy... yo.

Beomgyu reprimió un suspiro exasperado.

—Eres muy hermoso, —dijo, por lo que se sintió como la centésima vez, pero sabía que era inútil. Sunghoon nunca pareció creerle cuando le dijo lo encantador que era. Sunghoon tenía el tipo de aspecto que crecieron en ti: cuanto mejor lo conocías, más encantador parecía. —Más importante aún, tu prometido piensa que eres muy adorable. ¿Has visto cómo te mira?

Sunghoon sonrió soñadoramente.

En realidad, era nauseabundamente adorable.

—Sé que Hee me ama, pero solo estás demostrando mi punto: Daniel no necesita que su pareja posea una belleza perfecta para enamorarse de ellos.

—Nunca dije que lo necesitara, —dijo Beomgyu. —Todo lo que digo es que los alfas son criaturas muy visuales y lo primero que notan es la apariencia. No puedes enamorarte del alma de alguien si no has hablado con esa persona primero—. Beomgyu sonrió torcidamente. —Soy perfectamente consciente de que la apariencia física no es suficiente para enamorar a un alfa. En realidad, debes gustarle como persona.

Sunghoon se movió incómodo.

—Perdón.

—No seas tonto, —dijo Beomgyu con una leve sonrisa. —No es tu culpa que Westcliff no se enamoró de mí.