La primera esposa

26.6K 2.2K 248
                                    

Gracias a Dios que salimos pitando de aquel sitio. Lo mejor era que no nos íbamos con las manos vacías, habíamos atracado a una panda de abuelitos pervertidos.

Llegamos a nuestro hotel, nos quitamos el disfraz y nos pusimos a tasar todo nuestro botín. Logan acudió a una casa de empeños y recibió el dinero correspondiente, unos ocho mil pavos. Joder, un día de esto nos veo en la portada de todos los periódicos: Matrimonio roba cinco bancos sin dejar pistas.

-Nos quedan dos mil dólares, Giselle. ¿Qué hacemos?

Anda, no me digas, Logan, que sabes contar.

-Yo paso de volver con los viejecitos -declaré.

Tenía que haber algo... ¿Quién consigue dos mil dólares en una noche? ¡Bingo! Aunque la idea.... No le iba a gustar a mi maridito.

-Creo que ya sé cómo conseguirlos.

Alzó una ceja como queriendo saber la locura que se me habría ocurrido.

-Tengo que ir a por unas cosas, espérame aquí, ni se te ocurra moverte.

Alzó las manos como rindiéndose antes mis órdenes.

Me marché del hotel, fui a varios sitios y volví a nuestra habitación.

-¿Dónde has estado? -quiso saber él al verme con varias bolsas colgando de mi brazo.

-Calma, ahora no me apetece explicártelo. El mejor hotel de la isla está cerca, acompáñame, ¿quieres?

Gruñó por lo bajo. Odiaba que le ocultara cosas, pero aun así cedió a acompañarme.

Llegamos al hotel más lujoso, caro e impresionante de todo Hawaii. Nos sentamos en uno de los sofás con la mirada puesta en la recepción.

-¿Me vas a decir que hacemos aquí? ¿Y por qué llevas una gabardina con este calor, Giselle?

Dios, adoraba cuando se enfadaba, estaba tan mono.

-Relájate, Mr.Weels, todo a su tiempo.

-¡No me pidas que me relaje! -masculló por lo bajo.

Hice un gran, grandísimo esfuerzo por no reírme. Aunque eso lo enfadaría aún más.

Entonces la vi entrar. Una chica alta, morena y guapa. Estaba segura de quien era. Me levanté del sofá y fue corriendo hasta ella antes de que se metiera en el ascensor.

-Perdona, ehh -la llamé parándola.

-¿Quieres algo?

-El jefe me lo ha cedido a mí, dice que te quiere de vuelta, soy nueva -mentí como una bellaca.

-Oh, está bien. Es la habitación 167, te está esperando -me dijo.

-Gracias -le dije ya cuando salió del hotel.

Logan, el cual lo había presenciado todo, me miró atónito. Me metí en el ascensor y se metió conmigo diciéndome:

-¡No me lo puedo creer! ¿Tú te has vuelto loca? ¿Pretendes hacerte pasar por una puta? Eres mi mujer, no una cualquiera.

Menos mal que no había nadie más en el ascensor, nos habrían tomado por locos, bueno ya lo estábamos, ¿o no?

-Cierra el pico, Weels, voy a salvarnos el pellejo.

Me apretó con fuerza el brazo obligándome a mirarlo a los ojos.

-No te va a tocar nadie que no sea yo. ¿Lo has entendido?

-Es que no me va a tocar nadie, idiota, confía en mí.

-Espero por tu bien que sepas lo qué haces -me amenazó intentando no perder los nervios.

Yo Os Declaro un (maravilloso, catastrófico y divertido) Desastre (YODE-2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora