Bajo diferentes circunstancias, Yeonjun habría pensado que era adorable. 

En este momento, estaba demasiado húmedo, demasiado frío, y se sentía demasiado malditamente culpable. Y la expresión en la cara de Beomgyu no estaba ayudando.

—Estoy cansado de hablar —dijo Beomgyu rotundamente.

—Bueno, entonces sólo escucha. —Yeonjun apartó el fleco de su frente y se acercó más a Beomgyu —. Sé que estás molesto, y no te culpo. Debería haberte dicho que hablé con Soobin. Pero no fue de la manera que crees.

Beomgyu hizo un ruido desdeñoso.

—Mira, tengo demasiado respeto por tu hermano y por ti, para tratar de mantener esto en secreto de él. Se dio cuenta de que algo estaba en mi mente, y cuando me preguntó al respecto, no podía mentirle.

—Y, entonces, ¿qué? ¿Te pidió que me hicieras el favor?

—Él me dijo que quería que yo hiciera lo que me pediste — Yeonjun admitió—. Pero porque confía en mí, y te ama. Sé que nosotros nos equivocamos al no decirte, pero...

—¿Entonces esa es la única razón para que lo hicieras? — Beomgyu le preguntó con voz ronca—. ¿Solo porque él te lo pidió?

—No, Beomgyu , yo...

—¿También me mentiste cuando dijiste que me amabas? ¿O simplemente decías que me amabas como amigo? —La voz de Beomgyu se elevaba con cada palabra—. ¿Lo dijiste porque sentiste pena por mí?

—¿Beomgyu ? —Yeonjun agarró los hombros desnudos de Beomgyu y lo sacudió ligeramente—. Detente. Tienes que dejarme terminar, ¿está bien? No saltes a conclusiones.

Los ojos de Beomgyu brillaban con la humedad, y se veía como si quisiera decir algo más. Sin embargo, después de un momento, se mordió el labio y asintió.

Yeonjun le sostuvo la mirada mientras dijo:—Tu hermano no me pidió que tuviéramos sexo como un favor a él. Me lo pidió porque él podría decir que yo también te amo.

Beomgyu parpadeó. 

—¿Lo haces?

Yeonjun asintió. 

—Lo hago. Lo hago, no dudes de eso.

—¿Cómo no dudar, Yeonjun? —Beomgyu se acercó y agarró sus muñecas—. La forma en que Soobin dijo... bueno, ¿qué se supone que piense?

—Lo sé. Se oyó mal. —Yeonjun suspiró suavemente—. Fue mi culpa por no decirte. Pensé que estarías avergonzado si lo sabías, pero eso no es excusa.

Beomgyu pareció considerar sus palabras por un momento. 

— Sí, yo... yo probablemente lo hubiera estado. Entiendo tus razones, yo solo... —Beomgyu se calló y apartó sus muñecas de Yeonjun. Sus brazos envolvieron la cintura de Yeonjun y se inclinó para descansar su cabeza en el hombro de Yeonjun—. Ambos deberíamos de haber sido más honestos uno con el otro.

—Sí. —Yeonjun pasó las manos por la espalda de Beomgyu y lo acercó—. Te amo, Beomgyu. Como amigo, sí, pero también más que eso. Estaba pensando, que cuando regresemos a Wisconsin, a lo mejor puedes vivir conmigo y Soobin. Podrías compartir mi habitación.

Beomgyu levantó la cabeza y miró a Yeonjun, la sorpresa claramente escrita en su rostro. 

—¿Quieres que viva con ustedes? ¿Quieres estar conmigo, incluso cuando estemos en la universidad?

Yeonjun se rio en voz baja. 

—Sí, a ambas cosas. No estés tan sorprendido. ¿No es eso lo que también quieres?

—¡Por supuesto!

—Entonces si vives conmigo, le vas a ahorrar a tus padres algo de dinero del alojamiento y la comida.

Beomgyu sonrió. 

—Apuesto a que les encantará eso.

—Aunque, no será gratis —dijo Yeonjun, manteniendo su voz y su expresión seria.

—Oh, ¿no? —Las cejas de Beomgyu se elevaron—. ¿Me vas a cobrar?

—Sí.

—¿Y qué es lo me va a costar?

—Tengo una lista completa de formas aceptables de pago—respondió Yeonjun con una sonrisa—. Veremos eso cuando estemos allí.

Beomgyu se echó a reír. 

—Sabes, aun no has cobrado tu premio. ¿Lo agregaste a esa lista?

Yeonjun sonrió. 

—Oh, no. Voy a reclamarlo ahora.

Beomgyu le dio una sonrisa que era nerviosa y excitada. 

—¿Sí?

¿Qué vas a querer que haga?

—En primer lugar, voy a hacer que nades hasta la orilla porque me estoy congelando aquí afuera.

Beomgyu asintió. 

—También yo. Fue una decisión impulsiva. 

Yeonjun soltó un bufido. 

—No es broma.

—Hey, se me permite un poco de rebeldía adolescente, ¿no es así?

Yeonjun rodó los ojos, pero seguía sonriendo. 

—Supongo que si.

—Entonces, ¿qué vas a obligarme a hacer después de llegar a la orilla?

Yeonjun se inclinó y le dio un suave beso en la boca a Beomgyu.

—¿Me dirás cuando lleguemos allí?

Beomgyu salió de sus brazos y entró en el agua en un instante. Por un segundo, todo lo que Yeonjun podía hacer era sentarse allí y parpadear. Hasta que Beomgyu lo salpicó con un poco de agua fría y se rio.

—Bueno, ¿qué estás esperando? —Beomgyu le dijo antes de desaparecer bajo la superficie.

Yeonjun sacudió la cabeza y se puso de pie. 

—¿Qué, en serio? —murmuró. Y luego se lanzó fuera de la plataforma y fue a reclamar su premio.

Esperando por ti | YeongyuWhere stories live. Discover now