Esperando por ti | Yeongyu

7

—¿Sí? —Yeonjun dijo. La vacilación en su voz hizo temblar a Beomgyu .

—Entonces, la cosa es que... de cierto modo me lo inventé.

—De cierto modo.

—Yo lo hice. Yo... no hay Dirk. —Beomgyu se arriesgó a ver a Yeonjun. La expresión o, mejor dicho, la no expresión de su rostro que era peor de lo que la ira hubiera sido—. Yo sólo... quería...

—¡Beomgyu !

Beomgyu se estremeció ante el sonido de su nombre gritado desde la tienda. «Mierda. ¿Ya habrán pasado quince minutos?»

—Debes ir —dijo Yeonjun rotundamente cuando gritaron el nombre de Beomgyu de nuevo.

Beomgyu se mordió el labio mientras los nervios en su vientre cambiaron a náuseas. 

—¿Estás enojado?

—Hablaremos de ello más tarde, Beom.

Beomgyu lo miró fijamente durante un momento, pero Yeonjun no dijo nada más. El silencio de Yeonjun, y el sonido de su nombre que era gritado por tercera vez, lo llevaron a levantarse. 

—Lo siento, Yeonjun. —Se dio la vuelta y se dirigió de nuevo a la tienda. En el momento en que llego allí, Beomgyu controló la sensación de náuseas. La mayoría. Se disculpó con sus abuelos, y los vio salir por la puerta con una sensación de alivio. Tratar de hablar con Yeonjun cuando tenía tan poco tiempo probablemente había sido un error. Tendría el resto del día para agonizar sobre si Yeonjun estaba realmente enojado o decepcionado. La preocupación lo iba a volver loco.

Pero, no tenía a nadie a quien culpar sino a sí mismo.

«Oh, Dios, ¿dónde está? ¿Estará enojado conmigo?» Beomgyu miró por la ventana otra vez, en busca de un atisbo de los faros en la distancia. Soobin y Yeonjun habían ido a alguna parte, pero no tenía ni idea de adónde. Beomgyu no había hablado con Yeonjun aparte de los pocos minutos que había pasado en los muelles antes. No tenía ni idea de lo que Yeonjun pensaba de toda esa situación, y la constante ansiedad había comenzado a hacer que se sintiera enfermo.

Al principio, lo esperaba en su propio dormitorio, pero tres horas más tarde, se encontró en la habitación de Yeonjun sin memoria real de cómo había sucedido. Tenían que hablar. Tan pronto como Yeonjun volviera.

No había manera de que Beomgyu pudiera soportar una noche entera de esto. Sólo el pensarlo le causaba querer vomitar.

El ver los faros en el extremo de la calzada media hora más tarde era tanto estrés como confort. «¿Y si termina conmigo?» No es que alguna vez le hubieran puesto una etiqueta a su relación. Pero estaban juntos. No era sólo por el sexo. Beomgyu lo sabía.

En el tiempo que les tomó a Soobin y Yeonjun entrar en la casa, Beomgyu estaba en tal estado que pensó que podría caerse a pedazos cuando Yeonjun abriera la puerta. Sin embargo, eso no sucedió. Yeonjun entró en la habitación, y no parecía en absoluto sorprendido de ver allí de pie a Beomgyu . Cerró la puerta detrás de él y cruzó los brazos sobre el pecho. Ni su postura ni su expresión eran alentadoras en lo más mínimo, pero Beomgyu se movió para estar frente a él de todos modos.

—¡Por favor no te enojes! —dijo antes de que Yeonjun pudiera decir algo—. Realmente lo siento, Yeonjun. Yo sólo... quería que me notaras. Era como si nunca me vieras. Veías a Beomgyu , el hermanito de Soobin, pero no a mí. Pensé que si yo te decía que tenía un novio, quizás estarías celoso, y entonces quizás... —Beomgyu sentía la garganta cerrada. Tragó saliva para tratar de aliviar la presión, pero lo que consiguió fue incluso peor, Yeonjun lo miraba fijamente en silencio—. Fue una mala idea, ya lo sé. De verdad, lo sé ahora. Por favor, perdóname. Yo...