Porque, sí, se sentía como lo había estado esperando tanto tiempo, y ese beso había cambiado su jodido mundo entero. Los labios de Yeonjun sobre los suyos eran de alguna manera suaves y firmes. Su lengua se escapaba en pequeñas saboreadas, solo apenas para hacer que Beomgyu quisiera gritar de frustración, si pudiera apartarse de esa boca el tiempo suficiente para hacerlo. Pero no podía, y finalmente su paciencia se vio recompensada con un lento recorrido de la lengua de Yeonjun sobre la suya.
Eso era todo lo que se necesitó, ese lento y m sensual deslizamiento, para encenderlo como un barril de pólvora. De alguna manera, Yeonjun se deslizó más hacia atrás en la cama y Beomgyu estaba a horcajadas sobre su regazo. Sus bocas se fusionaron, encerrado en un beso desesperado que no daba señales de terminar. Beomgyu se empujaba hacia abajo y Yeonjun se empujaba hacia arriba, presionándose.
Oh, infiernos, sí, presionándose, y estaba caliente y frenético, y una larga lista de adjetivos que la mente de Beomgyu estaba demasiado aturdida para desear procesar. Todo lo que podía oír en su cabeza era una letanía de más, más, más.
Después del beso particularmente intenso que tenía al pene de Beomgyu pidiendo ser liberado de los confines de sus jeans, Yeonjun se apartó. Beomgyu gimió y trató de capturar su boca de nuevo, pero Yeonjun se rio y sacudió la cabeza.
Sin embargo, eso estaba bien, porque con ese sonido y la sensación de excitación de Yeonjun debajo de él, Beomgyu sabía que Yeonjun no se estaba riendo de él. Y Yeonjun no se quedó lejos mucho tiempo, sólo el tiempo que le tomó quitarle la camiseta a Beomgyu y quitarse la suya por encima de su propia cabeza. Luego se estaban besando de nuevo, pecho desnudo contra pecho desnudo, y la presión del calor de la piel y del músculo duro hacía que todo el cuerpo de Beomgyu se estremeciera de deseo.
Cuando Yeonjun empujó sus hombros, Beomgyu cedió a sus impulsos y se acostó en el colchón.
Separó sus muslos lo suficientemente como para acomodar las caderas estrechas de Yeonjun y llevó sus manos al trasero de Yeonjun jalándolo más cerca, la longitud de sus penes luchando contra las capas de mezclillas y algodón que los separaban.
Cuando Yeonjun se movió por encima de él, moviendo sus caderas juntas, Beomgyu besaba cualquier parte de Yeonjun que pudiera alcanza—la línea de su mandíbula, la concha de la oreja, el hueco en la base de su cuello antes de finalmente hacer su camino de regreso a la boca de Yeonjun.
Se inició otro de esos besos devastadores, sus lenguas entrelazadas, calientes, lentas y seductoras. Los dedos de Yeonjun estaban en su pecho, bajaron y luego ágilmente desabrocharon la bragueta de sus jeans. Antes de que Beomgyu pudiera incluso prepararse para eso, se deslizaron más allá de la cintura de sus pequeños boxers de color negro —y sin emblemas de superhéroes a la vista—, y se enroscaron alrededor de su dolorosa erección.
En contraste con ese dulce beso, las caricias de Yeonjun sobre el pene de Beomgyu comenzaron rápidas y casi ásperas.
Yeonjun se detuvo el tiempo suficiente para lamer la mano, y luego reanudar tanto el beso como las caricias, pasando la mano con saliva sobre la cabeza del pene moviéndose hacia arriba y abajo, haciendo que Beomgyu gimiera y se retorciera sin sentido debajo de él. De alguna manera causó un hormigueo que llegó hasta la punta de sus dedos que se doblaron con pacer, al mismo tiempo la sensación envió un escalofrío a través de su cuerpo, un zumbido agudo que se inició en las bolas y disparó hacia arriba y abajo de su columna.
Beomgyu no podría haber evitado lo que sucedió después, ni siquiera si lo hubiera intentado.
Las caricias de Yeonjun, sus besos, su sabor, las cosas que le murmuraba al oído a Beomgyu cuando dejaban de besarse el tiempo suficiente para recuperar el aliento. Todas esas cosas, que se transformaban juntas, se construían y se amplificaban en algo abrumador e imposible de resistir.
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Esperando por ti | Yeongyu
FanfictionEn donde Beomgyu le hace una petición inusual al mejor amigo de su hermano. ADAPTACIÓN
