Esperando por ti | Yeongyu

3

—Sí, estoy limpio. Pero, Beomgyu, no puedes confiar en cualquier tipo que te lo diga.

—Lo sé. No soy estúpido. Pero tú no eres cualquier tipo, Yeonjun. Sé que nunca me pondrías en riesgo.

—No. —Yeonjun suspiró suavemente. —No te arriesgaría. —Se acercó y se sentó en la cama junto a Beomgyu , dejando sólo unos cuantos centímetros entre ellos—. Mira, no he estado con nadie desde que rompí con mi ex en diciembre, y me he examinado un par de veces desde entonces. Así que, sí, sé de hecho que estoy limpio. Pero tienes que prometerme algo antes de hacer esto, Beomgyu.

—Está bien. Cualquier cosa que quieras.

—Prométeme que no aceptarás la palabra de ningún tipo. Ni siquiera dejes que nadie te tome al natural a menos que sean monógamos y sepas que él esta comprometido contigo.

Beomgyu asintió. Eso sería una promesa bastante fácil.

No quería estar con nadie más, incluso si él y Yeonjun realmente nunca estuvieran en una relación de pareja, nunca permitiría una cosa así sin una base sólida de confianza.

—Está bien. Te lo juro. —Hizo una pausa y se lamió nerviosamente los labios—. ¿Alguna vez...?

Yeonjun sacudió la cabeza. —No.

—Pero ¿quieres? ¿Conmigo?

Yeonjun se giró hacia él. Con la tenue luz del dormitorio sus ojos se veían más verde y oro que café.

Le recordaba a Beomgyu el otoño cuando las hojas comenzaban a cambiar.

—Si eso es lo que quieres.

Beomgyu lo miraba a los ojos, pero no podía leer su expresión. Parecía entre la ansiedad a un lento fuego a punto de ebullición.

«¿Y si él no quería esto?», pensó repentinamente.

«¿Y si está haciendo esto como un favor? ¿Y si él lo ve como una tarea?»Beomgyu no quería eso. Nada de eso. No quería que Yeonjun se sintiera forzado.

Incapaz de mantener sus ojos por más tiempo, Beomgyu bajó la mirada a sus manos, que habían comenzado a retorcer en su regazo en algún momento de la conversación.

—No tienes que hacer esto —dijo, e incluso para sus propios oídos su voz se oía débil.

Él iba a llorar. Estaba a punto de llorar al pensar en que casi había presionado a Yeonjun, Yeonjun lo iba a ver quebrarse.

Yeonjun iba a pensar que era un completo idiota. Pero eso estaba bien. Beomgyu preferiría que Yeonjun pensara que era ridículo a que siempre que recordara este momento se sintiera como si hubiera sido usado.

—Si no quieres esto... si no me quieres... entonces las cosas pueden volver a ser como eran antes. Puedes pretender que nunca lo pedí, ¿de acuerdo? Yo ni siquiera lo men...

—¿Beomgyu ? —Tanto la voz de Yeonjun como la manera que tomó su mentón era suave e hizo que Beomgyu levantara la vista. Giró la cabeza y su mirada se encontró con la de Yeonjun, y esa mirada ya no era ilegible. Estaba llena de calor, y al verla causó que una súbita oleada de lujuria se formara en el vientre de Beomgyu.

—Te deseo—dijo Yeonjun, y esas palabras eran aún más calientes que esa mirada—. Nunca lo dudes. —Y entonces Yeonjun le dio un beso.

Una simple palabra, un beso. Realmente no se oía tan especial. Y sin embargo estaba cerca de ser lo suficientemente bueno para describir lo que estaba ocurriendo entre Yeonjun y Beomgyu en esos momentos. No a menos que se insertaran algunas palabras más, como trascendental, o terremoto, o incluso quizás vida-alterada.