—Sabes, realmente no quiero hablar de eso.
—¿No quieres hablar de eso? —Soobin lo miró sorprendido, y luego un poco herido—. Pero soy yo, hombre. Hablamos de todo.
Yeonjun se encogió de hombros y bajó la mirada. Estaba agradecido de que Soobin y Beomgyu no se parecieran físicamente. Hubiera sido una tortura absoluta hacer frente a las similitudes físicas entre el objeto de su deseo y su mejor amigo desde los días que había pasado gateando en pañales. Soobin era más alto que Beomgyu, más corpulento. Tenía el más claro y lo mantenía sólo lo suficientemente corto como para domar sus rizos naturales, mientras que Beomgyu tenía el cabello negro cortado en punta y con unos mechones de color caramelo. Los ojos de Soobin eran de un color casi miel, pero los de Beomgyu eran café.
El simple y ordinario café, excepto que no eran ordinarios. No si la reacción de Yeonjun a ellos era alguna indicación. Porque esos ojos, lo hacían sentir como si se estuviera ahogando, jadeando, vencido, y con una opresión en el pecho, y últimamente no había podido verlos sin sentir como si de alguna increíble manera, él ya estuviera en su cabeza.
—Nunca me has dicho no cuando te pregunto.
Yeonjun levantó la vista al oír el dolor en la voz de Soobin.
— Soobin, esto es complicado, ¿está bien? Yo... vas a estar enojado, y no quiero...
—Tiene algo que ver con Beomgyu , ¿verdad? —Soobin sacudió la cabeza— . No te molestes en negarlo. Usted dos, ninguno de los dos puede conseguir ocultarme nada. Así que dime. Si se trata de mi hermano, tengo derecho a saber.
—Vas a enloquecer.
—Inténtelo.
Yeonjun volvió a suspirar. —Bien. El otro día...
—¿Sí? —Soobin presionó.
—Tu hermano me pidió que tomara su virginidad —terminó Yeonjun apresurado. Salió más como una palabra larga que una frase, pero no podía decir si Soobin lo había entendido con seguridad pero Soobin comenzó a parpadear y abría y cerraba la boca como siempre lo había hecho cuando era sorprendido o no podía pensar en algo que decir.
Soobin parpadeó un poco más. —Él... él te pidió...
—Sí. Pero no te preocupes, le dijo que no.
—¿Pero por qué? ¿Por qué haría...? —Soobin se
interrumpió viéndose totalmente sorprendido.
—Dijo que su ex novio rompió con él porque no quería tener sexo. Dice que quiere aprender con alguien de su confianza antes de que empiecen las clases.
Soobin frunció el ceño. —Novio. No sabía que estuviera saliendo con alguien.
—Raro. —Yeonjun se encogió de hombros—. Quizás no se sentía cómodo hablándote acerca de él. Pero dijo que el chico rompió con él justo antes de la graduación.
La expresión de Soobin se volvió pensativa.
—¿Y qué te dijo cuando le dijiste que no?
Yeonjun apretó los dientes. Una vez más.
—Que se lo pediría a alguien más —respondió cuando obtuvo sus emociones bajo control—. Entonces, ese mismo día lo vi hablando con Jungkook.
—Jungkook.—Soobin repitió con indignación—. Pone un dedo en Beomgyu y le rompo la jodida cara.
—Y yo lo sostengo mientras lo haces.
Soobin maldijo y se pasó los dedos por el cabello,
desordenando las onda.
—Entonces... ¿Crees que realmente ya le preguntó a Jungkook?
—No sé. Seguro como el infierno que espero que no. Pero se veían muy cómodos cuando entré a la tienda el otro día.
Soobin abrió los ojos como platos.
—¿Qué estaban haciendo?
—Parecía que Jungkook estaba besando su cuello. —No podía ocultar el temblor de ira en su voz cuando dijo esas palabras, pero si Soobin se dio cuenta, no lo mostró.
—Mierda. Ni siquiera sé qué decir. —Soobin comenzó a pasear arriba y abajo del pasillo—. ¿Por qué no sólo, no sé, empieza a salir con alguien como una persona normal? ¿Cómo le pides a alguien que haga eso?
—Le dije que no era una vergüenza esperar. Estaba preocupado por sentirse avergonzado por no saber qué hacer.
—¡Para eso está Google! Y estoy seguro de que hay gran cantidades de porno gay disponible para investigar eso.
Yeonjun se mordió el labio inferior para no reírse de lo incómodo que Soobin se veía en ese momento.
Su mejor amigo siempre había aceptado completamente a Yeonjun cuando le dijo que era gay. Y de hecho lo supuso desde mucho tiempo antes de que Yeonjun construyera el valor de confesarlo. Pero aunque siempre estaba allí si Yeonjun necesitaba hablar, nunca había estado interesado en conocer alguno de los detalles esenciales. Yeonjun no lo culpaba —no era como si él quisiera escuchar las exploraciones heteras de Soobin—, y estuvo un poco sorprendido de lo bien que Soobin estaba manejando toda la situación de Beomgyu. Soobin era conocido por su mal genio, y Yeonjun no sabía realmente cómo
iba a reaccionar ante todo esto. En ese momento, él parecía más en shock que otra cosa.
El shock era algo que Yeonjun podría manejar. Soobin se detuvo y miró a Yeonjun desconcertado.
—¿Debo hablar con él... o algo así?
—¿De qué quieres hablar con él?
—¿De que te pidiera que lo jodieras?
Um, no.
—Mira, esto es por lo que no quería decirte.
Soobin sacudió la cabeza.
—No —dijo y entonces hizo una pausa para aclararse la garganta—. No, me alegro de que lo
hayas hecho. No me hubiera gustado que me lo ocultaras.
—Entonces, ¿estamos bien? —Yeonjun preguntó, nervioso, a pesar de sí mismo.
Soobin se quedó perplejo. —Por supuesto que estamos bien, hombre. ¿Por qué no lo estaríamos?
—Es sólo que... bueno, es tu hermano, y yo pensé que podrías creer que había hecho algo para animarlo a...
—No, amigo. ¡Para nada! Yo sólo... maldito Jungkook, ¿sabes? Quiero decir, después de lo que pasó con ustedes...
—Sí. —Yeonjun sabía que su rostro era tan sombrío como su voz.
La boca de Soobin se torció con tristeza.
—Vamos. Vamos a cerrar y volver a casa.
Yeonjun asintió y siguió a Soobin fuera del cobertizo y se detuvo el tiempo suficiente para que Soobin apagara las luces y asegurara las puertas. Era de noche y el carro de Soobin era el
único que quedaba en el estacionamiento de grava. Entraron y se dirigieron a la casa de dos pisos de los abuelos de Soobin junto al lago en silencio.
Mientras caminaban hacia la puerta trasera, donde las habitaciones estaban situadas en la planta baja, Soobin tomó el brazo de Yeonjun.
—Mira, amigo, estoy en shock en estos momentos. Hablaremos más en la mañana, ¿de acuerdo?
Yeonjun le dio una sonrisa vacilante a Soobin.
—Por supuesto.
Una vez en la casa, Yeonjun vio a Soobin deambular por el pasillo hacia su dormitorio.
Se dejó caer en uno de los sofás de la zona que se había convertido en su refugio de videojuegos en el último par de semanas. Sintió la tentación de encender la enorme televisión de plasma montada en la pared y jugar a algo que nublara su mente sólo para distraerse, pero lo único que podía hacer era pensar en Soobin... y Beomgyu.
CITEȘTI
Esperando por ti | Yeongyu
FanfictionEn donde Beomgyu le hace una petición inusual al mejor amigo de su hermano. ADAPTACIÓN
