De princesas y piratas

Por si acaso

La primera vez que lo nota, sino días después de que tiene su corazón devuelta. Cuando ella se inclina para besarlo o envuelve una manta alrededor de sus hombros, su mano se detiene en su pecho un momento, más de lo habitual. Al principio no dice nada, él comprende de inmediato lo que sucede. Ella se está asegurando de que aún tiene pulso, de que su corazón late en su pecho, donde pertenece.

-¿Swan? -pregunta con gentileza, sin presionar. Su mirada es toda la confirmación que necesita

Ella se inclina, sus labios rosándose -Sólo revisando.

Semanas después, Killian se da cuenta de que cuando se abrazan, ella presiona el oído en su pecho. Busca cualquier excusa para escuchar sus latidos; sintiendo con los dedos el aleteo de su muñeca, dejando que sus labios se queden en su cuello mientras lo besa...

-¿Sólo chequeando? -pregunta una noche, sonriendo.

Ella lo mira, con la barbilla apoyada en su pecho: -Por si acaso.

A veces sus momentos "por si acaso" son de forma juguetona. Pero otras Killian puede ver genuina preocupación en sus ojos mientras comprueba su corazón. Y el sabe que la mujer por la que daría todo, movería el cielo y el infierno para salvarlo también.

-Por si acaso -susurra, sus grandes ojos verdes con alivio, dejándole ver a la solitaria niña perdida que había sido una vez y que en raras ocasiones se mostraba. Cortados por la misma tijera; él y su Emma.

Es por eso que mentirle duele tanto. Como echar sal en la maldita herida, cada vez que ve su rostro lleno de dolor. Ella presiona sobre el asunto con Ursula, más implacable que nunca y Killian se está quedando sin excusas para evadir sus preguntas. El no ser capaz de hablar de eso con ella, lo mata, pero tampoco puede correr el riesgo de perderla. No ahora, después de todo lo que han pasado.

-Killian por el amor de Dios, sólo dímelo.

-Por última vez, Emma, no hay nada que decir.

-¿Esperas que lo crea?

-Emma -susurra. La voz rota, derrotado. Todo su ser hundido. Ya no puede mirarla a los ojos -Por favor, amor -dice suavemente-, por favor créeme. No hay nada que decir.

Él no puede evitarlo y mira sus ojos verdes, aquellos que siempre ha podido leer tan bien. Ella lo estudia por un momento, su expresión indescifrable y Killian se aleja.

-¡Killian!

Al instante su mano está en su brazo, girándolo para que la mire, antes de que él pueda reaccionar. Mírame, susurra y luego presiona la mano contra su pecho. Empuja con tanta fuerza que casi salta con el contacto. Su corazón truena contra la palma, y de apoco ella coge su mano.

-Solo por si acaso -dice susurrando.

~

JUST IN CASE

broadwaybaggins | TUMBLR