Behind Your Back (Yeongyu)

5

Yeonjun

Me siento como un rey. De pie en la cima de esta pista de snowboard, mirando por encima de la nieve blanca y brillante que espera ser cortada, y sabiendo que más tarde esta noche, voy a estar de vuelta con el hombre que me da la vuelta... ¿qué más podría pedir?

Inclino mi peso hacia delante y me pongo en marcha. No tardo en coger velocidad, mi pulso se acelera, y dejo que la prisa me consuma. Hace demasiado tiempo que Soobin y yo nos escapamos una semana para esquiar y hacer snowboard hasta desmayarnos, y lo he echado de menos.

El aire helado me pica la nariz mientras me inclino y me inclino en cada giro. Mis músculos sienten ese ardor satisfecho y, a pesar de lo rápido que voy, me siento tranquilo. Alargo la mano detrás de mí y arrastro la mano enguantada por la nieve, maravillada por la facilidad con la que vuelve a mí.

Soobin dijo que esto era lo que necesitaba hoy, y aparentemente es lo que yo también necesitaba.

Hombre sabio, mi mejor amigo. Por eso no puede enterarse de lo mío con Beomgyu. La idea de perder a Soobin es aterrador cuando es lo más parecido a un hermano que he tenido.

Afortunadamente, nunca he visto a Beomgyu de esa manera. Pasó de estar en la periferia de mi atención a ocupar el centro del escenario, con focos y todo.

Cuando está cerca, es casi imposible concentrarse en otra cosa.

Disminuyo la velocidad al acercarme a un grupo de amigos de Soo que esperan al final de la pista. Beomgyu está con ellos, con una sonrisa de oreja a oreja, y tengo que esforzarme para no devolvérsela.

Por lo que se sabe, lo único que es para mí es el hermano pequeño de mi mejor amigo. Nos caemos bien, pero nadie sabe las ganas que tengo de desnudarlo.

Ah... otra vez.

Me detengo lentamente, me agacho y me desabrocho la tabla antes de caminar hacia el grupo.

—Pensé que habías dicho que estabas oxidado. Presumido — dice Heeseung Everett. El compañero de Heeseung, Taehyun Williams, está metido bajo su brazo, con la bebida humeante agarrada en las manos y el ceño fruncido en la cara.

Me encojo de hombros de forma autodespreciativa, pero estoy encantado con lo suave que ha sido. —¿Suerte de principiante?

Taehyun resopla. —Mi suerte de principiante sería estrellarme de cabeza contra la nieve.

—No lo sabrás hasta que lo pruebes.

—Supongo que entonces seguirá siendo para siempre uno de los grandes misterios de la vida.

Heeseung suelta a Taehyun y le da un codazo a Beomgyu. —Vamos. ¿Vas a subir?

Puedo sentir los ojos azules de Beomgyu clavados en mí, y deseo desesperadamente encontrarme con ellos, pero de alguna manera me endurezco y me resisto.

Me dejan con Taehyun y unas cuantas personas que no conozco: supongo que son familia lejana.

Taehyun cambia su peso y exhala un fuerte suspiro. —Está c-c-congelando.

—Estamos en la nieve.

—No estoy acostumbrado a estas temperaturas.

—Amigo, no has regresado a Australia por cuánto... ¿cinco años? En Sunbury nieva, ¿cómo es que aún no te has acostumbrado?

Niega con la cabeza. —No es así. Creo que se me han congelado los huesos.

Me rio y dejo a un Taehyun malhumorado mientras Soobin baja la cuesta a toda velocidad. Se para justo delante de mí y chocamos los cinco antes de dirigirnos de nuevo al telesilla.