❝¿Quién iba a pensar que me iba a enamorar de una de las hermanas menores de Skrillex?❞.
No plagios ni mucho menos robo, si quieres adaptarla, te comunicas conmigo..
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[...]
Después de haberme declarado, Channel estuvo distante y me ignoraba, hasta que nos fuimos a un club nocturno.
La observo hablar con un chico de la barra y frunzo el ceño, ¿quién es él? Bueno, eso no me importa pero, ¿por qué está hablando con él?
Gruño al ver como Calvin se acerca a ella y comienzan a hablar como si nada, hasta que él la toma del brazo y la jala, acomodo mi sombrero mientras sigo con los ojos clavados en el oxigenado y en la castaña.
—¡Hermano!—ignoro el saludo de Ryan y me cruzo de brazos.
—Ahora no, vete—no se qué mierda hace, aunque tampoco me importa, ya que estoy demasiado concentrado en otra cosa.
Al notar que forcejea con Channel y la arrastra hacia unas escaleras, me levanto de donde estoy sentado y camino hacia ellos con paso lento. Cuando estoy a unos centímetros, logro escuchar como la castaña le suplica que la suelte mientras trata de salirse de su agarre, pero él no accede en lo absoluto.
—¿Acaso no sabes escuchar?—el rubio se voltea para mirarme y frunce el ceño—Ha dicho que la sueltes.
—¿Y eso a ti te importa?—me cruzo de brazos y humedezco mis labios con mi lengua.
—Suéltala—frunzo las cejas al ver que ni siquiera se mueve—. No me hagas repetírtelo dos veces, imbécil.
—¡Adelante!—ríe—Soy todo oídos, cabrón—enchino los ojos y hago la cabeza a un costado.
—Suéltala—hablo lentamente para ver si el hijo de puta entiende, pero aún así no accede.
Formo puños con las manos y en cuestión de segundos lo agarro de la chaqueta y lo estrello contra la pared.
—Aprende a escuchar primero antes de estar con mujeres, gilipollas—mi puño instantáneamente viaja a su mandíbula y luego se repite unas varias veces hasta que siento como él me lo devuelve causando que me tambalee y toque mi labio inferior, pues, es donde me ha golpeado.
Seguimos con nuestra "guerra de puños" y de la nada mi mente se abre ante los gritos de Channel, dejo de golpearlo y me hago a un lado para volverme a tambalear y ser sujetado por ella, pasa mi brazo derecho por detrás de su cuello y me ayuda a bajar, llama a Carlos para que nos ayude a irnos y este asiente para luego apartar a todos los que nos estorban.
—¿Quieres que te lleve a tu casa?—ríe y niega con la cabeza, frunzo el ceño confundido y hace que al entrar al auto, me siente de copiloto.
—Yo te llevaré a tu casa—sonríe y rodea el auto para subirse de piloto y encenderlo.
Una vez que le digo mi dirección, nos ponemos en marcha.
Me hundo en el asiento y suelto un suspiro estúpido, no es de cansancio, es de estupidez, sí, Channel me vuelve estúpido y loco.
