CAPÍTULO 4

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Raro, simplemente raro...
Esta vez me había despertado por vía de la naturaleza, no por los gritos de mi hermano, me pareció un poco raro, así que me levanté y me fui hacía la cocina, donde se suponía qué debía de estar mi hermano.

Pero en vez de eso había una nota:

Para Karen:

Hola enana, supuestamente ya te habrás dado cuenta de que no te desperté y de que hay una nota en la cocina, que supuestamente la estarás leyendo ahora mismo.

Bueno, me he ido, como puedes llegar a ver, me he ido con Kyle a dar una vuelta, volveré a tiempo para comer, así que espérame.

Adiós, te quiere, Cody.

P.D : Te lo digo otra vez, no rompas nada, aunque sabría que no lo podrías hacer, pero me siento mas seguro diciéndotelo a través de la carta, bueno eso, no rompas nada y se ordenada por favor, te quiere, Cody.

Leí la carta, ¿Cuántas veces tendría que decirme eso de no romper nada?

Miré el reloj y eran las 12:30, así que decidí esperarme a que mi hermano llegara.

En ese rato, decidí llamar a mi mejor amigo Niall.

Llamada telefónica

Yo:  Hola.

Niall:  Hola.

Yo:  Perdona por dejarte ayer, es que tenía que pagar al pizzero.

Niall:  No pasa nada.

Yo:  Ayer me acorde de que tenia que decirte una cosa.

Niall:  ¿El que?

Yo:  No se si lo sabrás pero, tu tío tiene un bar de prostitutas.

Niall:  ... *silencio*.

Yo:  ¿Niall?

Niall:  ... *Mas silencio*.

Yo:  Niall me estoy empezando a asustar por favor contesta.

Niall:  Jaja. Si que lo se, me lo contó el otro día.

Yo:  ¡¿Entonces porque no me lo contaste?!

Niall:  Porque sabía que te pondrías así, y no quería que la tomases conmigo.

Empleada de un Playboy © (1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora