MI verano...MIS reglas

Cap.3:

Cap.3:

Sam POV's

-ACÁ ESTA- salí de debajo de mi cama con el "Libro de bromas" en mis manos.

Desde que empecé a hacer bromas a todos, anoto acá lo que hice, y hay una página especial para las victimas...

Agarre una lapicera de mi escritorio y "delicadamente" tache el nombre de Keegan de la lista de aliados y lo puese en la de victimas, junto con los nombres de los demás.

Ahora en maravilloso enigma: ¿Qué mierda hago?

Tiene que ser algo original... ¡YA SE!

-Que inteligente que soy- hable para mí misma al mismo tiempo que sonreía.

Agarre una agenda y empecé a anotar todo...

"Explosión de bienvenida"

Conseguir:

· Pintura de colores, no toxica.

· Globos

· Cuerdas

· Sensores de movimiento

· Pistola de bengala

· Detergente

· Parlantes

Doble el papel y me lo metí en un bolsillo.

Agarre una mochila y salí de la habitación.

Baje las escaleras hasta llegar a la entrada y busque entre los cajones del escritorio de la recepcionista, las llaves del ático.

-Aja- saque victoriosa la llave y me la guarde, levante la vista y lo vi a Keegan mirándome.

-Me traicionaste- hizo un gesto de indignación con la cabeza y yo me reí.

-Ya era hora de que fueras victima-

El sacudió su cabeza y se fue al comedor haciéndose el ofendido.

Me reí y llame al ascensor, cuando se abrieron las puertas, vi a una nenita arriba, no más de 6 años, tenía puesto el pijama y estaba toda despeinada.

Bostezo mientras se frotaba los ojos.

-Hola- le sonreí.

-Hola- me dijo con voz de dormida- ¿Viste a mi hermano?-

La saque el ascensor y me agache a su altura.

-¿Quién es tu hermano linda?-

-Chase- abrí los ojos como platos- Pero seguro ya se olvido de mi-

Me reí, pobrecita.

-¿Cómo te llamas?-

-Emily, pero me dicen Emy ¿Vos?-

-Samanta, pero me dicen Sam-

Ella me sonrió.

-¿Tenes hambre?- le pregunte.

Emy abrió los ojos y asintió repetidamente.

Me reí.

-Subí- le di la espalda y le hice una seña para que se subiera.

Ella subió alegre y yo deje mi mochila en el guardarropas.

Empecé a correr haciendo ruidos de avión, hasta que llegamos a la cocina.

-Alonzo- lo llame.

-Hola Samy- me sonrió- ¿Y a quien tenemos por aquí?- miro por arriba de mi hombro.