EL COMIENZO DE TODO
Aquel día me desperté temprano, me di una ducha y me puse ropa limpia. Al terminar, bajé a la cocina a prepararme un desayuno un poco decente. Al terminar de desayunar, agarré mi mochila y me dirigí a la escuela. Al llegar, fui a mi aula y me senté en mi asiento.
Aquel día empezó de la mierda: Cartman estaba repartiendo las invitaciones para su fiesta de cumpleaños, pero como siempre, nunca me invitaba.
Ese cabrón me dijo que se había metido mi invitación por el culo.
Pero después, el señor Garrison llegó al salón y anunció que un nuevo chico se incorporaría a la escuela.
Ese chico... entró y se presentó como el hijo de Satanás. Su nombre era Damien. Llevaba ropa oscura, un corte de pelo un poco raro y, además, tenía unos hermosos ojos rojo carmesí.
Se sentó a mi lado. Me parecía atractivo, pero trataba de no mirarlo mucho, ya que podía darse cuenta. Sus ojos fueron los que más me atraparon.
En el almuerzo, yo estaba solo hasta que vi cómo Damien se acercaba a mí. Lo saludé con amabilidad, pero él no reaccionó igual.
Conforme avanzaba el día, estuvimos juntos, ya que ambos éramos marginados en ese momento. Él me preguntó por qué me molestaban, y yo le respondí que antes todos se burlaban de Erick por ser gordo, pero después de que llegué, empezaron a molestarme a mí, y los demás niños terminaron aceptando al gordo.
Ese fue mi mayor error... o tal vez no. Fue entonces cuando Damien me miró con una sonrisa macabra que me hizo sentir un escalofrío. En ese momento me agarró de la muñeca y me jaló hacia la casa del gordo.
De un momento a otro, ya estábamos en casa de Cartman. Al vernos, no estuvo muy feliz y nos reclamó por estar ahí. Traté de hablar, pero fui interrumpido por Damien, quien dijo algo sobre darle un regalo de cumpleaños a Cartman.
Entonces sus ojos brillaron como fuego puro y un portal se abrió en el suelo. De ahí salieron unas sombras, como diablos, que me agarraron de los brazos. En ese momento sentí miedo al ser elevado por esas cosas, arrojado al aire... y exploté en el aire, y de esa explosión salió confeti.
Todos se sorprendieron, pero Cartman, en ese mismo instante, aceptó a Damien en su fiesta. Kyle y Stan se iban a la pelea entre Satán y Jesús, y casi en ese instante caí al suelo lleno de nieve. Pero antes de impactar, pude ver cómo Damien volteaba hacia donde yo estaba cayendo.
Después de caer, cerré los ojos y sentí cómo alguien me cargaba. Trataba de abrir los ojos, pero no tenía fuerzas ni siquiera para eso.
Estuve así por un tiempo. Luego empecé a escuchar muchas voces; al parecer, estaba en medio de la pelea entre Satán y Jesús. Damien me había cargado desde la casa de Cartman hasta el estadio.
De un momento a otro, pude abrir lentamente los ojos. Veía un poco borroso, pero alcancé a distinguir a Damien mirándome y acariciando mi mejilla. En ese momento me sentí feliz al sentir su mano sobre mi piel.
Después de eso, volví a cerrar los ojos. Mucho después desperté con el calor abrasador de aquel lugar, y me puse nervioso al ver que mi camisa estaba un poco alborotada y con algunos botones desabrochados. A lo lejos, en el marco de la puerta, vi una sombra. Luego pude distinguir que era Damien. Al verme despierto, se acercó y se sentó en la orilla de la cama para mirarme y decir:
-¿Te sientes mejor? ¿Ya no te sientes débil? -dijo el azabache, mientras pasaba un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.
Era Damien. Lo miré con un poco de nervios y miedo, y le dije:
-Sí, ya me siento un poco mejor. Pero Damien... ¿a dónde me has traído? ¿Y por qué mi ropa está así?
El pequeño Pip estaba un poco nervioso, pero a la vez emocionado por estar con Damien.
Damien me miró con esos ojos carmesí, y lentamente tomó mi mano y respondió:
-Y-yo... yo te traje al Infierno. Y estás así porque q-quise marcarte... Perdón... -dijo en un tono nervioso, aunque trataba de controlar sus emociones hacia mí.
Lo miré sorprendido. No pensaba que Damien me había llevado al Infierno para después tratar de marcarme. En unos segundos me sonrojé como tomate.
-¿Q-qué...? ¿Por qué harías eso?
Damien me miró con una media sonrisa y la mirada baja.
-Y-yo quería probar la piel virgen de un ángel tan puro como tú -respondió el azabache, aunque todavía tenía una duda: ¿por qué me había llamado "ángel"?
-¿Por qué me dijiste "ángel"? Yo solo soy un chico semi-normal, no un ángel -respondí, esperando que Damien resolviera mi pequeña duda.
-Porque lo eres. En serio, tú eres un ángel. Puedo sentirlo en tu aura pura -respondió Damien, mientras acariciaba mi mejilla con delicadeza.
-¿Me estás diciendo que de verdad soy un ángel...? -pregunté, acariciando la mano de Damien que aún estaba sobre mi mejilla.
-Sí, lo eres. Ya lo pude confirmar. Puede que seas un "Abyssal", un híbrido de ángel y demonio... aunque todavía no estoy seguro -respondió Damien, compartiendo la información conmigo.
De un momento a otro, comenzamos a hacer contacto visual, y Damien empezó a acercar su rostro al mío lentamente. Yo también me acerqué, dejándome llevar por el momento... hasta que nuestros labios chocaron y empezó un beso tierno y dulce.
Hasta que alguien abrió la puerta de golpe, viendo la escena de Damien y yo besándonos.
CONTINUARÁ...
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𝓜𝔂 𝓼𝔀𝓮𝓮𝓽 𝓵𝓲𝓽𝓽𝓵𝓮 𝓪𝓷𝓰𝓮𝓵
FanfictionAdvertencia ⚠️ Está historia será algo cliché con lo de angel y demonios pero lo demás estará diferente, Creo... Contenido: Dip (Damien x Pip) +18 Un poco gringe Aclaraciones ⚠️ Los personajes tendrán entre 17 a 18 años de edad por que en la seri...
