Unidos por la fama {zayn malik y _______ carther} [Terminada]

Capitulo 33

Estaba concentrada viendo la pantalla en frente de mí, hasta que un ruido me saco de mi forzosa concentración.

– Psssss. – oí a mi lado pero no le preste atención. Pase la vista a mis piernas.

– Psssssssssss. – volvió a sonar.

– ¿Qué quieres? – murmure con fastidio. Aun sin mirar quien me llamaba, no quería y no podía apartar la vista de mis piernas.

– Uy pero que carácter. – comento.

Lentamente voltee mi cabeza hacia la persona que me hablaba, un nuevo mareo invadió mi cabeza.

– ¿Qué quieres, Niall?

– Llevo rato despierto, intente volver a dormir pero no pude, no tengo sueño y vi que estabas despierta, así que decidí llamarte. Y tú ¿estás aburrida?

– Si y además tengo náuseas y mareo, trato de no moverme mucho.

– ¿quieres un caramelo? – asentí, busco entre sus cosas y me lo paso, desesperadamente lo abrí y rápidamente lo introduje en mi boca, saboreando lentamente el delicioso sabor a fresa en mi boca. Niall rio debido a mi apresuramiento.

– Gaby me conto, – continuo Niall. – que a ella le dan ganas de vomitar si pasa mucho tiempo en un auto, o si el camino tiene muchas curvas, dice que las curvas del camino compiten con las de ella. – rio levemente y yo hice lo mismo – y para evitar vomitar, se come un caramelo o un chicle y se le pasa temporalmente.

– ¿Cuánto crees que falta? – pregunte con impaciencia.

– No lo sé. – se escuchó un fuerte ronquido al lado del rubio. Él volteo.

– Es Harry. – aviso. – está profundamente dormido.

– Voy a tratar de hacer lo mismo.

– Nooo, no me dejes solo – dramatizo. – soy muy joven y bello para estar solo en este cilindro de metal, totalmente aburrido.

– Deja el drama. No vas a estar solo. Sólo me voy a dormir, me hace falta.

– Duerme bien. – se rindió.

– Diviértete. – dije con los ojos cerrados.

– Que graciosa ________.

Me recosté en el brazo derecho de Zayn para dormir más cómodamente. Luego de un rato quede dormida.

– ________. – escuche la voz de mi papa.

– ¿papa?

– ________. – esta vez se escuchó la de mi mama.

No los veía, no veía nada a mí alrededor, nada familiar, solo una tenue luz blanca delante de mí. Dos difuminadas figuras unidas por las manos se empezaron a ver.

– ________. – volvió a repetir una de ellas.

– ¿mama? ¿papa? ¿son ustedes?

– ________. – repitió de nuevo.

– ¡ya deja de decir mi nombre y dime de una buena vez que es lo que quieres¡ – grite.

Las sombras poco a poco fueron aclarándose, hasta ver claramente quienes eran.

– ¿Qué hacen aquí? ¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar? – pregunte alterada.

– ________, cálmate, no es nada malo. – dijo mi padre.