No ha pasado mucho tiempo, digamos que quizás casi un año o dos, pero jamás podré olvidar tan exquisito aroma que pude oler aquella ocasión.
Una vez realizando un rescate en un incendio pude percibir el mejor aroma, el más exquisito y deseable que j...
Me siento como un adolescente, creo que ni Lily se a de sentir así cuando le gusta alguien, es queno tiene explicación, mi corazón comienza a latir con rapidez dando golpes en mi pecho, la sangre de mi cuerpo comienza a moverse con rapidez por mis venas, la respiración se me corta y mi mente se dispara a algún lugar lejos de donde mi realidad se encuentra. Debe ser un sentimiento muy tonto por sentirme así, soy un estúpido alfa enamorado.
Pero en verdad aquella sonrisa vale todo, incluso dejar de comprar mis hermosas hiervas con tal de poderlo llevar a comer a un buen lugar, por desgracia no se pudo ahorras mucho dinero y apenas si pude tener para llevarlo a un pequeño restaurante no muy elegante, pero todo valía la pena por él, si tengo la oportunidad mi hermoso omega me da el placer de tener una segunda cita. ¡Lo llevare a el mejor lugar que pueda imaginar!
Llegue a la hora acordaba, pero mi bello milagro no aparecía, estaba frente a su edificio esperando a que saliera, pero pasaron 10 minutos, 15, 30 minutos y 45 minutos... ¿Se abra olvidado? Ni siquiera contesta el celular, llegan los mensajes, pero no hay ni un solo visto aunque sea. Bello milagro ¿me querrás?
Ya me estaba comenzando a desesperar ¿por qué se tardaba tanto? Así que decidí entrar al edificio, era algo lujoso y muy pulcro, nada comparado con el mio. Apreté el botón del elevador y justo al abrirse, aquel hermoso rostro, mi bello milagro, estaba ahí y la ropa que estaba usando en ese momento solo me hacía desearlo más, se veía tan jodidamente hermoso, lo besaría en ese momento si tan solo fuéramos algo.
— Woaw... — Salió solo, no podía creer que tal belleza iba a salir conmigo a una cita. — Tú... te ves muy bien, Matty. —
— Gracias... tú también te ves muy bien. — Matthias se había sonrojado, Florian se veía tan bien, usaba ropa de colores claro, como un pantalón color crema y su sudadera din mangas color celeste, mentiría si no digo que me quede mirando a sus tan trabajados brazos, era obvio, su trabajo requiere fuerza. — Ese color.. el de tu sudadera te queda bien. —
— Entonces... ¿nos vamos? — Florian tomó la mano de Matthias y lo llevó hasta la salida, en frente estaba el auto de Florian, listo para llevarlos a ambos.
Florian abrió la puerta del copiloto dejando entrar al omega al auto, después se dio la vuelta y entró al asiento del copiloto. Comenzaron a ir al lugar al que había preparado Florian. No era el mejor o el más caro, pero podrían pasar un buen rato en ese lugar, divertirse y convivir.
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