Ella giró esos enormes y hermosos ojos y luego lo escupiónuevamente.

Exigente.

Igual que su padre.

Debería hacer que Louis preparara comida gourmet para bebés.Tal vez entonces se lo comería. Riéndose ante la idea, cogió el pequeño frascode compota de manzana, sabía que eso le gustaba. Ella chilló alegremente, dandopataditas hacia él.

Harry se volvió a reír y comenzó a darle de comer el puré demanzana. Louis tenía que estar aquí o más bien tenían que estar con Louis. Nohabía manera de que el hombre pudiera seguir deprimido con este pequeño paquetede alegría en su vida.

Acababa de terminar con ella cuando sonó el teléfono. Louis.Gracias a Dios.

― ¡Hola, Louis! ―Sonrió, jugando con los dedos de Eli.

Eli balbuceaba alegremente, como si supiera quién era.

―Hola, Harry. ¿Cómo van las cosas?

―Te extrañamos. ¿Cómo estás?

―Cansado. He estado trabajando un montón de horas.

― ¿Sí? ¿Has encontrado algún lugar donde todos podamosquedarnos? ―Louis necesitaba su familia.

―Todavía no. No sé.

―Sé que estás trabajando duro, ¿cómo puedo ayudar? Puedoencontrar un lugar para alquilar. ―No iba a dejar que Louis hiciera frente atodo él solo.

―No sé. No puedo... tengo que salir, ver a los niños, a ti.

―Queremos verte antes del domingo. Podríamos acercarnos a laciudad mañana por la mañana.

― ¿Cómo, Harry? Tengo el coche. Sólo... voy a tratar de iresta semana. Te lo juro.

―Puedo alquilar un coche ―Louis no iba a hacer esto. No ibaa alejarlos cuando estaba deprimido―. Podemos estar en casa de Charlotte mañanaa las nueve de la mañana. Eso nos dará algún de tiempo juntos con los niñosantes de que te vayas a trabajar.

― ¿Y luego qué? Eso alterará a Bruno.

― ¿Crees que verte va a alterarlo? Va a estar encantado.Creo que deberíamos buscar lugares para alquiler mientras decides si deseasreconstruir o comprar. Involucrarlo en esto, lo ayudará.

―Yo... no sé. Te llamaré más tarde, ¿de acuerdo? Lo haré.Sólo tengo que llegar temprano.

―No, no es necesario que llames más tarde, nos veremosmañana por la mañana. ―No iba a ser ignorado.

―Te llamaré. Te amo. Amo todo de ti. ―Louis parecía tanperdido. Tan jodidamente confundido.

A Harry se le rompió el corazón cuando la línea se cortó. Locual, le hizo estar más decidido que nunca sobre llevar a los niños a ver aLouis mañana. Una vez que Louis viera lo bien que los niños lo estabanhaciendo, lo bien que podrían hacerlo sin una casa, ya que lo que importabaeran las personas, podría comenzar a recapacitar.

Mike entraba en ese momento y Harry le gritó.

―Oye, Mike. Llevaré a los niños a ver a Louis mañana por lamañana. ¿Crees que puedes llevarme a una agencia de alquiler de coches o algoasí?

Mike lo miró, sonriendo.

―Puedes pedirme prestada la furgoneta, chico. No me importa.

Le devolvió la sonrisa.

―Oh, eso sería genial, ¡gracias!

―No hay problema. ¿Puedes traerle a Sam algunas de esasmierdas extravagantes de chocolate que le gustan, de la tienda Las Vegas?

―Me encantaría. ¿Necesitas algo más ya que vamos a laciudad?

―Voy con Sam para que haga una lista ―Mike se acercó y besóla cabeza de Eli―. Hola, dulce nenita.

Eli rio y agarró el dedo de Mike en su pequeño puño.

―Genial. Gracias de nuevo por prestarme la furgoneta. Louisnecesita ver a sus hijos.

―Sí. Sí y a su... ―Mike lo miró―. ¿Cómo te gustaría que tellamemos, Harry? ¿Su pareja? ¿Amante? ¿Marido? ¿Novio?

―Me gusta cómo suena pareja. ―Mike y Samantha estaban tandispuestos a aceptarlo. Lo hacía tan feliz, el saber que estas eran laspersonas, de las que sus hijos habían heredado sus genes.

―Buena elección. De todos modos, necesita a su pareja,también. Tiene que estar muy descentrado.

―Creo que se está enfrascando en su trabajo, nos necesitapara recordarle que hay más vida que eso.

―Sí. ―Mike le sonrió―. Creo que mi esposa quiere mi ayuda enel jardín.

―Sí, me imagino que sí. Y tengo un lío que limpiar antes deque ella regrese.

Mike se rio entre dientes, asintió.

―¡Ya lo creo!

Vio salir a Mike y volvió su atención a Eli.

―¿Has oído eso, cariño? Mañana vamos a ir a ver a papi.

Elizabeth chilló alegremente, golpeando con sus pequeñospuños la bandeja, esparciendo el puré de batata. Harry sólo se rio y la tomó ensus brazos, balanceándola en el aire.

Le llevaría esta alegría a Louis. Lo quisiera o no.

papá, papá y yo ✧ larry stylinsonWhere stories live. Discover now