● Cap 4 ● La humillación ●

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Ahora la joven solo tenía que sufrir por los ronquidos del mejor amigo de su hermano, algo a lo que ya estaba acostumbrada, después del verano.

Entre sueños, todavía podía sentir cómo las grandes y delgadas manos de Remus la seguían acariciando y la suave lana de su pijama acunaba sus patitas. Se sentía tan relajada que no podía pensar en nada más, no tenía preocupaciones por nada, solo quería quedarse así para siempre.

No pasó mucho tiempo antes de que TN quedara profundamente dormida, inhalando el embriagante aroma del chico que la volvía loca; una mezcla entre tabaco, chocolate y pergaminos, era un aroma que la joven podría identificar a kilómetros.

Cada pequeña sensación de tenerlo cerca era como tocar el cielo; podía sentir esa paz que solo en los libros de romance había leído que se podía tener al estar con la persona indicada.

Por su parte, el castaño también estaba empezando a caer dormido, mientras sentía el calor tierno en su pecho, extendiéndose por todo su cuerpo.

...

Sin embargo, lo que era una noche tranquila y perfecta para TN se terminó exactamente a las 8:02 de la mañana, cuando fue despertada por un almohadazo en la cabeza de su chico y compañero de cama temporal.

—¡Dormiste con mi hermana! —Fueron las primeras palabras que terminaron de despertar a la joven, seguido de una carcajada de Sirius, en la cama de al lado. Remus con la voz cansada y ligeramente irritado por la manera en la que su amigo de lentes lo despertó; quitó la almohada de su cabeza y se la tiró de vuelta a James, mientras se incorporaba sobre la cama.

—Prongs, cálmate. Tú la tiraste de la cama anoche.—

—Sí, piojoso. Vete al diablo y déjame dormir —respondió la joven, metiendo su cabeza debajo de la almohada de Remus. El castaño estuvo a punto de decir algo, pero volteó a mirar a la joven en su cama, sorprendido de que ya hubiera vuelto a la normalidad.

—TN... —Remus estuvo a punto de quitarle la almohada de la cabeza, cuando fue interrumpido por James; el hermano de la chica metió las manos debajo de las mantas, la agarró de los tobillos y la jaló con todas sus fuerzas, deslizándola por fuera de la cama.

—¡James!—

—¡Esa no es forma de hablarle a tu hermano mayor, mocosa orejuda! —Se quejó el chico de lentes, agarrando con fuerza la parte posterior del suéter de su hermana, para que no volviera a subirse a la cama.

—¡Suéltame, piojoso cornudo! —Ella trataba de volver a la cama con todas sus fuerzas, solo para poder dormir unos minutos más al lado de Remus.

—Son las 8 de la mañana, y ya se están ladrando como perros.—

Después de una ardua pelea entre hermanos, los chicos finalmente podían darse el lujo de bajar al gran comedor a desayunar.



Hogwarts, Gran Comedor, 19 de septiembre de 1977.

—Ah, bueno. Pero fue Prongs quien empujó a Littlejumps de la cama —dijo Peter de forma inocente, tras escuchar la pequeña historia de los chicos; ganándose una mirada asesina de parte de James, por ver que estaba apoyándolos a ellos y no a él. —P-Pero quiero decir... no debiste dejarla subir a tu cama, Moony... mal, muy mal ahí. —Ahora los que lo miraban mal eran el mencionado Remus y la chica del grupo. A lo que Peter solo tragó saliva con fuerza, pues no podía complacer a todos al tiempo.

—Si yo fuera tú, me quedaba callado —le dijo Sirius al más bajito con un tono de burla.

—De cualquier manera, eso no justifica la inmadurez que James está demostrando ahora mismo —añadió la joven hermana, antes de darle una mordida a su tostada con mermelada. Generando que el grupo entero se mirase incómodo, sabiendo lo que se venía.

● Devórame ● Remus Lupin y Tú ●Where stories live. Discover now