—Que estás bastante crecida —añadió Sirius con una risita antes de mirar a James, haciendo énfasis en sus palabras para tratar de metérselas en la cabeza a su amigo.
James no lograba entender cómo es que no se había dado cuenta de los cambios en el cuerpo de su hermana. Si era cierto que no era una cosa demasiado exagerada, pero era suficientemente notable; tal vez fue porque ahora podía comparar cómo le quedaba el uniforme antes y cómo le queda ahora, o tal vez fue porque la había visto todos los días, sin percatarse de los cambios más mínimos que vivía semana con semana.
Pero no se iba a dejar de Sirius...
—Si, estás mas grande —Le dijo James a la joven sentada a su lado. —Pero sigues siendo una mocosa —añadió dándole un pequeño empujón con su hombro antes de soltarle una mirada reprobatoria a Sirius.
Su mirada se desvió inmediatamente a Remus, sentado al lado del de ojos grises. El castaño deslizaba su mirada constantemente por el rostro y lo poco que se veía del torso de TN, no de una manera morbosa, se podía describir más bien como una mirada curiosa; era extraño decir que a una chica le quedaba mejor el uniforme que su ropa particular, pero en este caso, era cierto. Era una vista muy diferente, el cómo se miraba con el vestido infantil del día anterior, a cómo lucía el uniforme el día de hoy.
Remus pasó su mirada del rostro de TN al de James, quien lo miraba como queriendo asesinarlo con sus propias manos. El secreto licántropo solo acertó a posar la mirada en su comida y pasar saliva con fuerza.
Los estudiantes finalizaron su desayuno y cada quien buscó sus respectivos salones.
En su primera hora de clase TN tenía adivinación, no era su materia precisamente favorita, pero tampoco tenía mucho problema con ella. Lo único fuera de lo normal durante la clase fue sentir una mirada constante sobre ella. Miraba a todos lados en busca de su observador, pero al no encontrar a nadie, siempre volvía a la respuesta inicial.
—Solo es tu esquizofrenia —pensaba cada vez que levantaba la vista y miraba a su alrededor como una tonta.
Las horas pasaron sin nada muy interesante de por medio. La primera semana de clases siempre es la más aburrida, no se ven cosas nuevas, solo se familiarizan entre profesor y alumnos y se ve una que otra cara nueva de estudiantes de intercambio o de nuevo ingreso.
Para cuando TN salía de su clase de encantamientos, su última clase del día, Remus la estaba esperando en frente de la puerta del salón. Tenía sus brazos cruzados sobre su pecho y la espalda ligeramente apoyada contra la pared, gibándose un poco, como siempre, y básicamente cohibiéndose con su lenguaje corporal, mientras esperaba y miraba a cada uno de los chicos y chicas saliendo del salón, en busca de su amiga.
—TN Moon Potter —saludó con una sonrisa tímida cuando vio a TN salir del salón.
—Remus John Lupin —respondió ella con el saludo habitual entre ambos. —¿Qué haces aquí? pensé que ya estarías atascándote de comida en el gran comedor. —Ambos jóvenes empezaron a caminar por el pasillo del castillo, con la intención de ir a almorzar. Remus soltó una pequeña risita al oírla.
—No, sabes que el que sale corriendo al comedor siempre es Peter —respondió el castaño, mientras metía sus manos en los bolsillos de su túnica.
—Eso es cierto... pero ustedes siempre lo siguen, es extraño que estés tú solo.
—Lo sé, lo sé, simplemente... — Remus agarró con fuerza una pequeña cajita que estaba en su bolsillo. —Bueno... ¿recuerdas que ayer en el tren estábamos hablando de tu cumpleaños antes de que llegaran los chicos?
—¡Aja!
—Bueno, yo... —aclaró su garganta algo nervioso. Le ponía ansioso que a ella no le gustase el regalo que le tenía, además de tener aún más presente el pequeño gusto hacia ella ahora que no parecía tan infantil como el día anterior. —Bueno, no es la gran cosa pero... te traje algo. — El chico sacó la cajita de su bolsillo y se la dio a TN a su lado.
—Oh, Remus... no tenías que hacerlo —La chica abrió la cajita encontrando un collar dentro. Se trataba de un collar bastante infantil, lleno de cuentas de diferentes colores y con un dije en forma de Luna en todo el centro, parecía ser de plata o un material parecido. —Oh... —
—¿N-No te gusta? — El chico la miró preocupado, era evidente en su expresión que había quedado sorprendida, y no por las buenas razones.
—¡No, no, no, me encanta! — No era del todo mentira, cualquier cosa que le diera Remus sería de su agrado, pero ese parecía un accesorio para una niña pequeña. —Tiene... muchos colores... — Ella trataba de mantener una sonrisa convincente en el rostro, solo para no hacer sentir mal a su amigo.
—¿Estás segura? No tienes que-
—De verdad, Moony... me gusta mucho... — ella le dio una sonrisa dulce, mucho más convincente que la anterior, lo que hizo que Remus se tranquilizara un poco. TN inmediatamente sacó el collar de la cajita y se lo colocó ella misma, luciéndolo con orgullo. —Gracias, Moony.
—No hay de qué, littlejumps — Ambos jóvenes siguieron con su camino hacia el gran comedor a paso tranquilo.
Ese pequeño accesorio infantil solo era prueba de la imagen aniñada que él sostenía de TN hasta el momento. Ni siquiera Remus, que, se podría decir, se siente un poco atraído por ella, podía separar la idea de su amiga, de la niña torpe y malhumorada de 11 años que conoció hace cinco cursos atrás.
Sin embargo, eso era algo que podría llegar a cambiar con el paso del tiempo, pues desde esa mañana, que por fin pudo denotar cómo TN estaba creciendo, en su cabeza se instaló una sola palabra...
...
● Devórame ●
YOU ARE READING
● Devórame ● Remus Lupin y Tú ●
FanfictionHogwarts, 1977. TN Potter, de 15 años, está batallando con sus sentimientos hacia uno de los amigos de su hermano mayor. Remus Lupin, el responsable de sus latidos acelerados y suspiros arrancados de sus labios. Sin embargo, los sentimientos de TN n...
● Cap 2 ● Una Mujer ●
Start from the beginning
