Por siempre ella (Drabbles SasuSaku)

A tu lado

"Entonces entendí que eras feliz sin mí, y sonreí por tu felicidad, sonreí por mi tristeza."

AokiNozomi.

Me sonreíste como nunca antes, me diste un beso en la mejilla, la acariciaste con una mirada llena de ternura, dándome todo el cariño que puedes profesarme... y luego te marchaste, pues afuera te esperaba él.

Te miré tomarle el brazo, lo miré acariciándote con los ojos, entregándote todo el amor que no pudo darte en muchos años... y luego desaparecieron por entre los tejados. Felices, ambos lucían felices. Después de todo el dolor que ambos se causaron, después del millar de lágrimas que derramaste tras su partida y en mil ocasiones más... por fin eras feliz.

Intenté odiarlo por hacerte sufrir, juro que lo intenté. Intenté detestar a esa persona que día a día te provocaban tristezas... pero no pude, no me lo permitiste. Fue por él por quien te superaste, fue por él por quien te arriesgaste tanto, fue por él por quien jamás permitiste que algo te tirara. Y no, no puedo odiar a la persona que te hizo ser quien hoy amo con todo el alma. Sin importar cuántas voces los juzguen en las calles o cuántos desconfiaron de tus anhelos, yo jamás pude hacerlo, jamás te di la espalda. Tal vez porque, como todo hombre enamorado, sólo buscaba que encontraras la alegría, que cumplieras tus metas. Y aunque admito que hubiera preferido estar en ellas, jamás te hubiera permitido que las abandonaras.

Hoy, hace un momento, me diste la noticia que yo ya esperaba, que toda la aldea ya esperaba. Me dijiste que te casarías con él, que la boda sería sencilla, pero que ambos esperaban mi asistencia.

- Vamos, Lee - dijiste acomodando mi cabello con los dedos. - no pongas esa cara, por favor. Prometí no abandonarte y no lo haré.

Yo sé que no lo harás, no temo por mí, simplemente no puedo evitar el deseo de estar un segundo en su lugar, de sentirte entre mis brazos como lo hace él, de escucharte decir "te amo" una y otra vez. Mas no, no puedo, porque es él, es Sasuke Uchiha, el único con poder de enamorarte, de consentirte, de tenerte. Y no lo culpo, pues él es digno de ser feliz a tu lado sólo por el simple hecho de que tú lo ames.

Entonces sonreí por tu felicidad, porque sé que él también te ama, porque no ha podido evitarlo y porque siempre procurará tus sonrisas. Entonces sonreí por mi tristeza, porque aunque siempre estaré a tu lado, apoyándote, sé que no será lo mismo; porque no importa que me digas que nada cambiará, ya no podré enviarte flores o dedicarte mis logros. Me eres ajena, tal vez siempre lo fuiste, pero hoy pesa más esa realidad.

- Sakura-san - te dije - no volveré a estar triste, ¡te lo juro! Si tú eres feliz, yo también seré feliz. - afirmé sonriendo como siempre lo hacía, como mi maestro me enseñó.

Entonces sonreí por mi tristeza, porque tienes a tu lado a la persona que siempre has amado, pero esa persona... no soy yo.