•𝐄𝐘𝐄𝐒 𝐃𝐎𝐍𝐓 𝐋𝐈𝐄•

• • Capitulo 23 • •

_____ se quedó en silencio.

Había algo en ese hombre que le decía que podía confiarle un secreto.

Pero solamente eso, un secreto.

—Eso...no le incumbe.—Dijo de manera seca y desvío su mirada a una parte del piso.

El hombre no dijo más, simplemente asintió alejándose de la chica en el proceso.

_____, por su parte, comenzó a ver con más detalle la habitación. No era lúgubre como donde estaba antes, de hecho, era la habitación más normal que vio hasta ahora.

No le daba esa sensación vacía y sin vida como la anterior.

Está era más cálida.

Varios cuadros, aunque en su mayoría no tenían fotos, eso fue lo único raro que notó, pero que va, no es como si pudiera decir lo que es raro y lo que no.

______ ahora menos cautelosa agarro la taza de chocolate caliente que él había dejado antes de alejarse.

Bebió un poco, y al sentir que aún seguía despierta confirmando que no tenía drogas comenzó a beber con gusto.

No recordaba cuánto tiempo había pasado desde que bebió algo caliente.

De hecho...

¿Cuánto tiempo había pasado?

¿Desde cuándo...llevaba desaparecida en su dimensión?

Paró de beber, ella comenzó a pensar.

Miles...¿Se dio cuenta que no estaban en su dimensión?

A este punto ya debió darse cuenta.

—Mwha...—Un maullido cayó su mente con el peso suficiente para que ella volviera en si.

—Ay mochi...—_____ lo comenzó a acariciar dejado la taza aun lado de ella.

Con cuidado lo cargo y lo acerco aún más a ella para abrazarlo.

—Espero que esto se terminé...—Hablo con voz cansada y ronca, apenas si podía abrir bien los ojos por haber llorado mucho antes.

—Si deseas seguir durmiendo házlo...—Señalo el hombre la cama.

______ lo escucho, más, no lo miró, se mantuvo abrazada a su gato aún con los ojos cerrados para después negar con la cabeza muy lentamente.

—Gracias por ayudarme pero...no sé si confíar en usted.—Su voz era ahogada por su gato debido a que ella se mantenía aun abrazada a él, aunque ahora si lo miró.

El hombre, al no saber que hacer, no dijo nada ni hizo nada.

Sentía que si hacía un movimiento brusco la iba asustar.

Por lo que se mantuvo ahí en el otro lado pensando que decir.

—Entonces no lo hagas...—Dijo.—No te voy a obligar.

Con cuidado se acercó a ella, ______ no movió ni dijo nada, ella sabía que se acercaba, pero estaba bien.

—Pero entiende que ahora mismo eres el blanco de un socio muy poderoso de Kingpin, no te puedo dejar sola sabiendo que tranquilamente te puede hacer algo...—Explico.