•[Miles Morales × Fem!reader]•
•𝐄𝐃𝐋• Si las pupilas de los ojos se agrandan cuando vez algo que te gusta, entonces, ¿Como es que el nunca se dio cuenta que las pupilas de ella se agrandan cuando lo mira?
[• • •]
¿Una vez observarte con tus propi...
Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.
LENTAMENTE el sol comenzó a acercarse por la ventana de una habitación semivacia.
En esa misma, había una chica dormida con grandes ojeras en su cara, pelo despeinado acompañado con un gato anaranjado tambien durmiendo entre sus brazos.
La habitación aunque estaba deteriorada, tenía ese ambiente cálido y hogareño, pero por más que estuviera todo tranquilo, _____ se levantó enseguida alterada asustando a la vez su gato, Mochi.
Miró para todos lados pensando que la habian atrapado de nuevo, que él la había atrapado de nuevo.
Pero no fue cuando sintió una voz masculina bastante tranquila y el olor a chocolate caliente dirigiéndose hacia ella.
—Tranquila, no soy él y tampoco trabajo con él.—Hablo sin dejar que la chica diga cualquier palabra.
_____ lo miró con desconfianza frunciendo el seño, pero su gato Mochi no actuó de manera desconfiada como algunas otras veces, todo lo opuesto, saltó a la cabeza de aquel hombre oliendolo.
—¿Mochi?—Ella estaba confundida, bueno, no solo ella.
Pero cobro sentido cuando el gato desde la cabeza de él salto al pequeño almacén y agarro con su boca unas frutas, específicamente una manzana.
Pero bueno, tal como dicen, en la guerra cualquier hoyo es trinchera.
—Ah...
—Mochi...La verdad que extraño nombre.
_____ no dijo nada, se quedó callada mirando después el piso y ver sus pies.
Estaban vendados.
—Corriste demasiado, creo que con demasiada adrenalina no te diste cuenta que casi te rompes una pierna.—Él le acercó una tasa con chocolatada, ella no lo acepto solo mirándo la tasa distraída.
El hombro tosió haciendo que ella reaccionará.
—Disculpa, es solo que...estoy demasiado cansada...
Él solamente asistió entregándole la tasa con cuidado.
—No eres de aquí ¿No?
—Se podría decir que no, específicamente no de aquí.—Dijo mientras comenzaba a beber la chocolatada.
—Entonces dime, ¿Cómo terminaste en la boca del lobo?