22| Tenemos que hablar

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Todos se sobresaltan en la habitación, jamás he estallado así, ni siquiera con Dylan, siento mis mejillas calientes y húmedas. Estoy soltando un mar de lágrimas, estoy hirviendo en coraje, después de todo lo que me hizo cómo se atreve a siquiera nombrarme.

James, conociendo toda la historia, no lo soporta más —no le gusta verme así y sé que lo detesta— y se abre paso entre todos hasta que llega a mi lado, le lanza un golpe seco a la mandíbula de Ryan y lo saca de la casa. Ambos están dispuestos a pelear, yo salgo corriendo preocupada porque la situación se agrave. James esta por darle otro golpe cuando vuelvo a gritar para llamar su atención.

—¡Basta!

Todos me ven asustados, sé que me he de ver peor que en un funeral y así me siento. Está claro que el pasado te persigue hasta el fin del mundo. Justamente cuando me sentía más plena que nunca vuelve el dolor a recordarme quien soy.

Ryan se libra de James y se me vuelve a acercar, se lo permito. Si quiero ser feliz debo enfrentar mi pasado. Debo luchar si es que quiero seguir, por Heyden, por Eli, por mí.

Heyden Maxwell

Brooke debe tener el corazón más grande del mundo como para permitir que ese infeliz hable. Yo estoy que me lleva el diablo, jamás he visto a Brooke así, con ese odio, con ese dolor, siendo tan vulnerable, tan frágil. Ella siempre está sonriente, es divertida, fuerte, ocurrente e irradia una luz que nos transmite a todos. Verla así es lo peor que he sentido en mi vida, algo que jamás quiero que se repita y quiero que se acabe ya.

Me acerco cabreado hasta que una mano me detiene. Es James, este se ha alejado de ellos al oír a Brooke pedir que los dejaran un momento a solas, claramente nadie aceptó, sólo estamos un poco atrás. Las chicas están asustadas y no se diga mi madrina, quien está más blanca que una hoja. Desde que llegó Brooke es la primera reacción negativa que tiene y claramente le duele verla así.

—Déjala, él no le hará nada —contesta al percibir mis planes.

—¿Cómo puedes decir esa estupidez después de lo que fuimos testigos? —Key me roba las palabras cabreada.

—¡Ey! Chicos, con esto no ayudamos en nada, si Brooke accedió a hablar con él es por algo. Vamos, la conocemos y sabemos que no hace nada que no quiera —habla Oliver tratando de aligerar la situación como siempre.

—¿Seguro que la conocemos? —pregunta Ale con los ojos cristalinos.

—¿Cómo dices eso? —le reclama Sofía ya más calmada, pero alerta.

—¿Qué no se supone es su amiga? —grita James, se ve como Brooke, a excepción por las lágrimas, pero si con un dolor encima que lo está hundiendo poco a poco.

—Lo somos, y la queremos demasiado... solamente o a lo que se refiere Ale es que no la conocemos. No sabemos por qué vino aquí, de dónde viene, jamás ha mencionado a su familia, sus padres, hermanos, no sabemos de su pasado, no sabemos por qué es como es, no sabemos nada. Sabemos cómo es ahora y con eso ha bastado para ganarse el corazón de todos, no te confundas James, simplemente nos gustaría nos tuviera confianza —dice Allen, abrazando a su novia.

James parece asentir comprendiendo todo, él es el único aquí que la conoce mejor que todos, no puedo evitar sentir celos ante eso y no por él, simplemente me gustaría poder decir que la conozco. Algo que sé, a diferencia de ellos y que seguramente comparto con James, es el motivo por el cual llegó, y comprendo perfectamente porque no ha hablado. Ella ni siquiera asimila el hecho del porqué está aquí.

—James, ¿tú sabes por qué vino aquí y quién es Ryan para ella? —pregunta Cam. Lo miro de soslayo, pes no despego la mirada de Brooke.

—Mejor habla tú, Allen, ¿quién es Ryan? Porque según yo, tú lo trajiste aquí —habla despectivamente Sofía, sin duda ella defendería a Brooke con uñas y dientes como sé igual Brooke lo haría.

¡Oye, Brooke! (Ya en físico por Amazon. )Where stories live. Discover now