Convenciendo al Rey

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N/A: ¡Hello, guapas! ¿Qué tal han estado? Bien, espero.Yo algo atareada con los deberes que me deja el colegio, pero al fin logre hacerme un tiempito y escribir otro de mis gloriosos capis para mi hermoso y sensual fic XD Con mi mayor deseo, espero que este cap les guste tanto como el anterior y bueno solo... ¡A leer! Jajaja.

PD: He decidido que los capítulos serán actualizados a finales de cada mes, ya que ese es el tiempo en que más o menos termino en escribir un capitulo (lo sé, es demasiaaaaado tiempo, pero tristemente así es :c) espero que no sea una molestia para ustedes, ya que las valoro mucho como para perderlas :)

Disclaimer: Basado en los comics y en las películas de Marvel. La trama es mía y también algunos personajes. Esta historia está escrita en tercera persona y ubicada en mi universo TIERRA-F-251. Para más información, leer mi perfil.

Capítulo 5:

Convenciendo al Rey

Dentro de las murallas de un palacio real en Wakanda, un leal soldado corría por los pasillos apresuradamente. Había visto un objeto sospechoso a lo lejos en la selva y era su deber informarle al rey pues probablemente era algo que amenazaba a la nación.Después de abrir un par de puertas más, el sirviente consiguió llegar al gran salón, donde se situó en medio de este para luego arrodillarse ante el gran trono que se alzaba delante de él.

-Mi señor - dijo-. Se aproxima algo a la distancia - continuo, mirando con preocupación a su rey.

-¿Alguna idea de lo que es? - pregunto este con su voz profunda y calmada.

-Los demás guardias y yo opinamos que se trata de... una nave.

El gobernante no dijo nada por unos momentos, lo único que se escuchaba en la habitación era el repiqueteo de sus dedos contra los lados de su trono. El guardia real pudo asumir que su interlocutor empezaba a elaborar un bien trazado plan en su cabeza. Le hizo una señal a una chica de piel morena parada a su lado, esta inmediatamente le obedeció, inclinándose unos centímetros hacia delante de modo que su oído quedo a la altura de su boca. El hombre le susurro algo, lo que sea que le haya dicho debió de haber sido de suma importancia pues la chica corrió hacia otro pasillo apresuradamente, perdiéndose de vista.

-Avísales al resto de que estén listos ante cualquier movimiento - le dijo él a su sirviente.

-Sí, mi señor.

El guardia rápidamente abandono la sala del trono en cuanto hizo una última inclinación hacia el gobernante. Mientras, este se levanto y comenzó a recorrer el mismo pasillo por el que había ido la chica hasta llegar a una habitación espaciosa. Las paredes, como casi todo en el castillo, eran de piedra; una gran estatua que tenia la forma de una pantera yacía ante el hombre y a cada lado de esta había una antorcha que iluminaba tenuemente la estancia. Justo al lado de una de estas se encontraba la morena, la cual tenia una mirada algo angustiada.

-¿Estas seguro, hermano? - pregunto ella.

-Sí, Shuri - le respondió él -. Debo de investigar por mi cuenta.

-¿Pero que tal si quienes quiera que sean esos visitantes andan armados? - el tono de Shuri no dejaba de destilar preocupación por todos lados -. No me perdonaría que algo te pasara.

Su hermano la miro con ternura para después colocar su gran mano sobre el hombro de ella.

-Tranquila, todo irá bien - dijo él tratando de calmarla -. Ya lo veras.

Por último, este se giro hacia la gran estatua, recito por lo bajo unas cuantas palabras en una lengua extraña y se inclino un poco para después tomar lo que se encontraba bajo la estatua: una fina tela negra, que en realidad, era un traje hecho a base de uno de los metales más indestructibles del mundo.

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