31-Periquito el de los palotes

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*Lara*

Palidecí en cuanto lo leí y más aun con los mensajes que había de su representante debajo que no eran para nada agradables.

"Cómo diablos te complicas de esa manera, Gavi"

"Tienes a la tía que quieras y tienes que tirarte a la mujer de un compañero"

"El club no debe estar nada contento"

"Ya me ha llamado xavi tres veces, Pablo"

"Esto perjudica tu imagen, ¿no te das cuenta?"

"A ver como salimos ahora de esta"

Y otra vez la ansiedad se implantó en mi pecho sin dejar que el aire me entrara a los pulmones.

Me senté en el sofá moviendo una de mis piernas nerviosa mientras apoyaba mía codos en las piernas y me tapaba la cara con las manos.

Su representante tenía toda la razón del mundo, esto solo lo perjudicaba y yo era la principal culpable de todo.

-Cariño..-escuché desde atrás a pablo llamarme y yo negué conteniendo las lágrimas.

-Esto no es justo para ti, te voy a joder la vida-negué sin mirarlo y escuché como él chasqueo la lengua viniendo hasta mi y sentándose a mi lado.

Intento quitarme las manos de la cara pero yo negué soltando un sollozo que no pude aguantar, todo esto me superaba y ya no podía más.

-Lara, porfavor, ya lo hemos hablado me da igual lo que diga la gente, el club, mi representante o periquito el de los palotes-me dijo para seguidamente coger mi mentón suavemente y hacerme mirarlo-a mi me importais vosotros, tú y Samu, nadie mas-me dijo suave entrelazando su mano libre con la mía.

-Sé que lo dices de verdad, pero no es justo todo esto para ti, para tu carrera-le dije con lágrimas por las mejillas y el suspiró pegándome a su pecho.

-Me da igual Lara, me da exactamente igual-me dijo mientras yo sollozaba pegada a su pecho.

-Pablo no te va a dar igual, van a empezar a decirte un montón de cosas horribles que no te mereces por mi c..-me cortó.

-Ni se te ocurra decirlo-me dijo y yo suspiré en un sollozo-a mi lo que me importa es que me siga despertando contigo todos los días, jugar con samu después de entrenar y ver una peli de tarzan para acabar el día aunque la haya visto en la misma semana seis veces, porque es la peli favorita de mi niño y no me importa saberme los dialogos de memoria-me dijo y yo sonreí de lado por sus palabras.

Fue cuando Gavi me demostró que estaba ahí para nosotros de verdad.

Gavi decidió apagar el teléfono después de decirle a su representante que mañana lo llamaría y nos metimos en la cama intentando desconectar de todo.

Sin hablar, solo abrazados y dándonos pequeños besos que consiguiera sacar nuestros nervios del cuerpo o al menos eso sentía yo.

Samu dormía relajado en su cuna a los pies de nuestra cama y Pablo me pegó la espalda a su pecho rozando mi culo con su entrepierna.

Al principio eran solo pequeños movimiento sin importancia hasta que los dos nos calentamos.

Pablo apartó la fina tela de mi tanga a un lado antes de comprobar que Samu estuviera profundamente dormido y entreabrio mis piernas entrando en mi interior.

Solté un suspiro en su cuello aguantando un grmido que pedía salir de mis labios, pero el cual tuve que controlar.

Gavi levantó mi camiseta de pijama un poco para besar mis pechos poniéndome peor aún, súper excitada y sin poder gritar.

El sevillano aumentó el ritmo de sus embestidas cuando se puso encima mío.

La excitacion de no poder gritar se apoderaba de mi tanto que tuve que pegar mi boca al cuerpo del sevillano para callar mis gemidos.

Pablo entraba y salía de mi de la forma perfecta y solo hicieron falta unos minutos más para que sintiese como ambos íbamos a llegar y el aumentase la velocidad en las últimas embestidas mientras yo enredaba mis piernas en su cintura pegandolo todo lo que podía.

Se tumbó a mi lado con la respiración agitada igual que la mía en estos momentos y me sonrió pasando un mechón de mi flequillo detrás de la oreja.

-Vamos a hacer un pacto-me dijo y yo frunci el ceño.

-¿Qué clase de pacto?-le pregunté.

-Estamos en Sevilla, y los problemas están en Barcelona-empezó, y yo ya sabía que me iba a decir.

-Los problemas se quedan en Barcelona y nosotros vamos a disfrutar de nuestras vacaciones-me dijo pegándome a su cuerpo y yo me force a asentir y sonreír.

-Vale-le dije y el besó mis labios con ganas acariciando mi cintura.

A pesar de la promesa que habíamos hecho el sevillano y yo apenas pegué ojo en toda la noche pensando todo lo que se nos venía encima.

Pablo al día siguiente habló con su representante diciéndole todo lo que había pasado entre nosotros y como eran las cosas en realidad, y aunque el no me dijo nada yo se que la cosa no acabó muy bien porque Pablo no había vuelto a sacar el tema.

Hoy era nochebuena, mi primera nochebuena con Pablo y solo pude sonreír cuando vi a mi hijo vestido prácticamente igual que Pablo para la cena en su casa.

Él había escogido la ropa de samu y se ve que la compró a juego con la suya.

-¿Vamos guapos mami?-me preguntó samu mientras terminaba de pintarme los labios y los mire sonriendo como una boba.

-Guapísimos mi amor, como me gusta que los dos seáis para mi-le dije y el rió mientras Gavi sonreía echándole también de su colonia.

-Corre baja a que te vea la abuela así de guapo-le dijo el sevillano y mi peque asintió sonriente bajando a la cocina en busca de su abuela belén.

Pablo de acercó a mi dejando un beso en mi hombro y yo le sonreí a través del espejo.

-Estas preciosa-me dijo sonriendome mientras apoyaba su cabeza en mi hombro y yo sonreí.

-Tu también amor-le dije levantándome para girarme y darle un beso con ganas.

Le deje el pintalabios marcada y pasé mi dedo por sus labios para limpiarselo mientras soltaba una risa.

-Esta noche viene papá noel-me dijo emocionado, ya teníamos todos los regalitos de samu preparados para colocar-va a ser la primera Navidad que viva con tanta ilusión de...papá-me dijo con una sonrisa que me contagió.

-Gracias por ser el papá de mi bebé, aunque no sea obligación-le dije y el sonrió besandome de nuevo.

-Me encanta ser su padre y ojalá fuese obligación-me dijo justo antes de que samu entrase por la puerta sonriente.

-Papá, la abuela dice que quiere una foto todos juntos-le dijo a Pablo enganchándose a su pierna y Pablo lo cogió peinandolo.

-Pues vamos, ¿no?-le dijo y mi hijo asintió sonriente.

El sevillano cogió mi mano entrelazandola con la suya, listos para presentarme a sus tíos y abuelos y yo orgullosa de tener a mi lado a un hombre como él...

(CONTINUARÁ...)

Siento haberos tenido sin capi....la inspiración se me había ido yo creo que por el cansancio acumulado✨️❤️🥲.

Gracias por esperarme y entenderme siempre, mañana nos leemos❤️❤️✨️🫶

MARCAS DE GUERRA-PABLO GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora