—Pero qué exigente, vida.

Vaden metió las manos entre nosotros y se bajó la ropa interior lo que hizo que su erección quedara justo debajo de mi sexo, piel contra piel.

Se me hizo imposible no mover las caderas pasando mi sexo de arriba abajo contra su erección, Vaden abrió la boca y de ella salió un jadeo lo que me incitó a mover más las caderas tratando de aliviarnos a ambos.

—Mierda vida, me voy a venir siquiera antes de empezar. —jadeó Vaden.

Zafir me agarró de la cintura y me alzó un poco mientras Vaden agarraba su erección, poco a poco Zafir me soltó haciendo que Vaden ingresara poco a poco en mí, sentí las piernas débiles y si no hubiera sido por Zafir me hubiera caído hacia adelante.

Cerré los ojos y gemí con fuerza sintiendo a Vaden llenarme de una manera abrumadora.

—Joder... —gimió Vaden asentándose por completo dentro de mí.

Gemí y sentí como mis paredes se apretaron entorno a él lo que le hizo soltar un siseo de placer.

—Mierda, apúrate Vaden, no voy a aguantar, tan solo mírala... —maldijo Zafir mientras agarraba una de mis manos y la agarraba sobre su erección.

Vaden agarró mi cintura y subió sus caderas penetrándome, comenzó a moverse, saliendo y entrando de mí. Me abrumó el placer que estaba sintiendo, pero fui capaz de meter la mano entre los calzoncillos de Zafir y comencé a acariciarlo.

Zafir jadeó contra mi cuello mientras mordía y chupaba mi piel.

Comencé a jadear con más fuerza sintiendo a Vaden embestirme con más fuerza yendo más hondo dentro de mí, cerré los ojos y con la otra mano libre la apoyé en el pecho de Vaden para no caerme.

Comencé a mover las caderas encontrándome con las embestidas de Vaden, sentí el orgasmo acercarse y Vaden comenzó a acelerar las embestidas, lo único que podía escuchar eran los jadeos de los tres y la cama moviéndose.

Movía mis caderas de arriba abajo montando a Vaden para alcanzar el placer.

—Joder... joder, vida... estás más apretada que un tornillo de banco...—siseo Vaden agarrándome con más fuerza de las caderas—, lo estás recibiendo como una buena niña, si eso es, mueve esas caderas...

Gemí y sentí mis paredes contraerse, comencé a sudar y jadear cuando sentí el placer a la vuelta de la esquina.

Vaden chupó dos de sus dedos y los llevó a mi clítoris dónde empezó a dar círculos haciéndome casi saltar del placer, seguí subiendo y bajando sobre la erección de Vaden mientras él comenzaba a dar las últimas embestidas de manera desordenada, pero llegando hondo.

—Vaden... me corro... —gemí con fuerza cuando el orgasmo me golpeó.

—Mierda... mierda... —dijo Vaden antes de dar la última embestida agarrándome de las caderas y viniéndose dentro de mí.

Jadeé en busca de aire, cerré los ojos sintiendo los latidos erráticos de mi corazón, pero no tuve mucho tiempo para procesar ya que Zafir me sacó del regazo de Vaden y me colocó sobre mi estomago sobre la cama.

—Abre esas piernas para mí Erlea. —habló Zafir con la voz ronca.

Sin vergüenza alguna, abrí los muslos y sentí la corrida de Vaden salir de mí lo que me hizo dar un escalofrío.

Vaden siguió acostado a nuestro lado, me miró con una sonrisa y sin descaro alguno llevó una de sus manos a la punta de su erección y acercó uno de sus dedos a mis labios, empujó contra mis labios y pude saborear la excitación de ambos. Chupé su dedo hasta dejarlo limpio, Vaden me miró con una sonrisa.

Sentí como Zafir agarró mi cintura y me susurró al oído.

—Sobre tus manos y rodillas, Erlea.

Sentí anticipación, me coloqué en posición y me sentí completamente expuesta, pero dejó de importarme cuando sentí a Zafir acomodarse detrás de mí, a diferencia de Vaden no me hizo esperar y entró en mi de una sola embestida, lo sentí hasta el estomago e hice puños mis manos del placer abrumador que sentía.

—Joder, pero mira que buena chica... —comenzó a embestirme con fuerza.

Sentí sus embestidas hasta los dedos de los pies.

—Zafir... —gemí.

Me agarró con ambas manos de la cintura, pero luego con una de sus manos hizo que mi cabeza golpeara con el colchón dejándome apoyada sobre mis rodillas mientras él seguía embistiéndome de manera frenética.

Blanqueé los ojos.

—Lo recibes tan bien, princesa.

Dio estocadas más fuertes y cuando casi me fallan las rodillas, me agarró de la cintura y me mantuvo en mi sitió mientras seguía embistiéndome.

—Tócale el clítoris por mi Vaden.

Ni siquiera fui capaz de mirar, solo sentí una tercera mano acercándose a dónde Zafir y yo nos conectábamos, agarró un poco de mis jugos y luego dejó dos dedos sobre mí clítoris, dio unos golpes allí lo que me hizo casi gritar, luego dio círculos y me pellizco un poco.

—Mierda... demasiado... —gemí contra el colchón.

—Estás tan apretada, princesa. —habló entre dientes Zafir sin dejar de mover sus caderas.

Sin preverlo el orgasmo me golpeó con fuerza haciéndome gritar contra el colchón ya que la mano de Zafir en mi nuca no me dejó despegar el rostro del colchón por lo que mis gemidos quedaron ahogados.

—Sí, así así, Erlea.... —jadeo Zafir embistiéndome con fuerza una última vez antes de venirse dentro de mí.

Cuando lo soltarme caí casi inerte contra el colchón, Zafir salió de mi y me agarró de la cintura colocándome sobre mi espalda.

—Vamos a bañarte. —me cargó.

Sin embargo no recuerdo más, simplemente me quedé dormida al cuidado de ambos hombres.

Solo me faltaba un hombre y era el mayor reto de todos ellos. 

Scary LoveWhere stories live. Discover now