Besorexia (Minlix)

Capítulo 12

Capítulo 12: Yongbok

—Nunca he sido posesivo
Con alguien pero contigo
Todo es diferente—
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El calor en mi cuerpo provocado por la cercanía del hombre al cual he deseado por muchos años me invadió, no lo soporte un segundo más y me senté en el regazo de Minho, no pasó ni un segundo cuando mis labios fueron atacados por los de Minho, quizá sea su besorexia saliendo a flote pero joder lo estoy disfrutando tanto.

Las manos de Minho apretaron con fuerza mis glúteos y luego sus labios atacaron mi cuello haciendo que de mi boca salieran fuertes gemidos.

—Quiero que me hagas tuyo, Minho— Le susurre al oído y comencé a desabotonar su camisa, la mirada de Minho está cargada de lujuria y posesividad, sus ojos están dilatados y puedo ser que su pene ha despertado.

—¿Estas seguro que quieres que nuestra primera vez sea aquí?— Me preguntó y yo asentí repetidas veces.

—Ssi, si quiero— Le respondí ladeando el cuello para darle espacio y que pueda besar mejor esa zona, siento como sus manos se escabullen dentro de mí camisa hasta llegar a mis pequeños pezones y empieza a apretarlos con sutileza.

Minho ya no dice nada solo se encarga de quitarme la camisa y dejar mi torso desnudo, sus ojitos brillan al ver mi cuerpo desnudo y yo siento vergüenza al estar tan expuesto ante él.

—Joder, Bokkie— Besa mi pecho —Eres perfecto— murmura y sus labios van dejando besos hasta llegar a unos de mis pezones y lo empieza a succionar y eso casí me provoca un orgasmo, su lengua caliente lame mi pequeño pezón, siento un cosquilleo recorriendo mi espalda hasta llegar a mi entrepierna, mis dedos se aferran a la cabellera negra de Minho mientras mi cuerpo empieza a moverse inconscientemente.

—¡Aaaah! ¡Aaaah! ¡Aaaah!— Se siente tan bien a pesar de estar en el incómodo auto.

Mi trasero golpea el timón del carro y me asusto cuando la alarma se enciende.

—No hagas tanto ruido, alguien puede descubrirnos— Minho susurra pero me es imposible quedarme callado cuando me está devorando mis pequeños pezones los cuales ya están rojos.

—No puedo quedarme quieto y en silencio cuando una de tus manos está dentro de mi pantalón y tú boca me está comiendo los pezones— Minho sonrió con picardía ante mis palabras jadeantes.

—No es mi culpa que te hayas vestido tan provocativo y te estés restregando como una puta en mi pene—  Joder acaba de llamarme puta y yo me exite más de lo que ya estaba, no me deja responderle por qué su boca se apodera de la mía en un beso jodidamente caliente, siento como su mano tibia sale de mi pantalón y ahora se encarga de quitarlo y dejarme en completa desnudez.

—Eres tan perfecto y hermoso Yongbok, soy jodidamente afortunado de que seas mío, se que no es el momento adecuado pero quiero, deseo y anhelo que seas mi novio y quizá es muy pronto pero quiero casarme contigo y quizá suene demasiado posesivo pero quiero que todos sepan a quien le perteneces— Mierda no me esperaba está confesión justo ahora pero como negarme a una petición de matrimonio viniendo del hombre más lindo del mundo.

—¿Te quieres casar conmigo?— Le pregunté bajando sus pantalones y luego buscar mi pantalón para sacar el condón y el lubricante de uno de los bolsillos.

—Si, eso quiero— Me tomó de las caderas cuando terminó de colocarse el condón, sus dedos me preparaban para recibir su miembro.

—Entonces saltemonos el noviazgo y casémonos, se supone que el noviazgo es para conocer a la otra persona pero yo te conozco demasiado, te acose durante varios años así que...—

—Aaaaahhh! ¡Mmmm!— gemi cuando fui penetrado.

—¿Debería asustarme por querer casarme con mi acosador?— Preguntó levantando su cadera y penetrarme más fuerte.

—Aaaah! Tú también me acosaste así que estamos a mano— Moví mis caderas con rapidez y luego con movimientos lentos.

Ambos estamos sudados y perdidos en nuestra propia burbuja de excitación, nuestros corazones laten acelerados, siento el palpitar del pene de Minho dentro de mí, lo que significa que está apunto de venirse y yo siento en cosquilleo en abdomen bajo.

Unos cuantos movimientos más y ambos llegamos al orgasmo.

—Vamos a casarnos amor— Le susurré al oído, sintiendo como Minho descarga todo su semen dentro de mí.