Capítulo 05

150 30 2
                                    

Sin duda el paraíso esta
En sus labios”

—Me preguntaba si te gustaría compartir el pastel conmigo— Lo escuché preguntar  y sentí los latidos de mi corazón acelerarse y el aire faltarme ¿Estoy soñando? Si, tiene que ser un maldito sueño

Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.

—Me preguntaba si te gustaría compartir el pastel conmigo— Lo escuché preguntar  y sentí los latidos de mi corazón acelerarse y el aire faltarme ¿Estoy soñando? Si, tiene que ser un maldito sueño.

—Está bien si no quieres— Soltó su agarre de mí y volvió a acomodarse en su asiento.

—Me sentaré junto a ti pero traeré mi propia rebanada de pastel, no quiero robarte la tuya— Le respondí guiñándole un ojo y después regresé al mostrador para tomar una rebanada de pastel y prepararme un americano doble, la felicidad que sentí en ese momento no la puedo comparar con nada, quería gritar, saltar y hacer cualquier tipo de estupideces, me sentia estúpidamente enamorado.

Minutos después regresé a su mesa y me senté a su lado, él cerró su computadora y me regaló una sonrisa, tomó una cucharada de pastel y la llevó a su boca dejando las comisuras de sus labios con resto de turrón, mordí mis labios intentando calmar las insaciables ganas de besarlo y probar el pastel de sus labios.

—Tengo varios meses viniendo a esta cafetería y aún no se tú nombre— Él habló  pero yo estaba embobado viendo sus labios y ese resto de turrón que me esta quitando el poco autocontrol que me queda y mierda soy un hombre muy débil, no respondí lo que dijo pero si quité el turrón de sus labios con un dulce beso de los mios, todo rastro de crema batida desapareció.

—Wow, eso fue...

—Lo siento, yo... yo.. —Me sentía tan avergonzado por no controlar mi parafilia, por dejarme llevar por el impulso que las palabras tampoco querían salir de mis labios, intente alejarme me levante abruptamente de mi silla pero nuevamente su agarre me detuvo pero esta vez colocando más fuerza y haciéndome caer sentado en sus piernas.

Él me devolvió el beso y las mariposas empezaron a volar sobre nosotros.

Sus labios son tan suaves, tan jodidamente adictivos, nos separamos y era más que obvio que ambos estábamos sonrojados, sus mejillas parecían una deliciosa fresa.

—Soy Felix— Se presentó tímidamente, yo estaba estático aún sentado sobre sus piernas.

—Lo-lo se— tartamudeé —Yo soy
Minho— Sonreí sintiendo el calor en todo mi cuerpo.

Sentí sus manos acomodarse en mi cintura y fue ahí cuando me di cuenta que aún estaba sobre sus piernas.

—Perdon, yo... —Mierda me sentía tan avergonzado, no era así como imaginé que sería nuestra primera conversación, luego de meses planeando como hablarle termine siendo un desastre.

—Eres lindo— lo escuché murmurar y dios, mis piernas están temblando como si está fuera primera vez hablando con un chico, digo he tenido relaciones anteriormente Pero esto que siento por Felix va vas a allá de todo, el simple hecho de que esté aquí burlándose de mi torpeza hace que me vuelva más torpe.

—No era así como planeaba acercarme a ti— dije aún con el sonrojo nada típico de mí, y es que yo no soy del tipo que se sonroja, suelo ser del tipo que te habla con firmeza y expresa lo que siente sin pelos en la lengua más sin embargo aquí estoy sentado junto a la persona que despertó una rara parafilia en mí y no puedo formar una oración de palabras sin tartamudear, mierda estoy jodiendo.

—Te he observado, observandome—

—Seguramente piensas que soy un maldito acosador— tome un sorbo de mi café.

—Claro que no pienso eso, en todo caso yo sería el acosador— Por qué el sería el acosador cuando soy yo el que lo vigila y hasta tiene sueños húmedos con él.

—¿Por qué dices que eres un acosador si soy yo el que te asecha en silencio?— él soltó una carcajada dejándome confundido y más enamorado que nunca.

—Cuando entre a esta cafetería no era la primera vez que te veía, te observo desde hace años— Mentiría si dijera que no me sorprendí, el café era testigo del asombro ya que me ahogue con el y se me vino hasta por la nariz.

—¿A-a-años?— Tartamudeé mientras limpiaba mi nariz.

—Queria confesar mis sentimientos por ti para la graduación el año pasado Pero entonces, un chico pelinegro se te acercó y te abrazo, te besaba las mejillas tan emocionado y se notaba el amor de ambos, sufrí tanto que jure que te olvidaría Pero tiempo después descubrí que aquel chico era tú hermano y me  sentí tan idiota.

—¿Pensaste que Hyunjin era mi novio?— No lo culpo por pensar eso ya que casi nadie sabe que somos hermanos, ambos tenemos apellidos diferentes, el lleva el de mi padre y yo el de mi Madre, somos  gemelos Pero somos tan diferentes.

—Si, soy un idiota lo sé—

—Aquí el idiota soy yo por no darme cuenta de tu existencia.

Besorexia (Minlix)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora