Cita en el cinema

938 160 102
                                    

     Al día siguiente de haber salido a la pista de patinaje, Seokjin despertó en su cama sabiendo dos cosas que le hicieron sonreír en seguida. La primera; sus queridos primos no estaban, llegó anoche enterándose que se los había llevado su padre por una semana por lo que podía relajarse en su casa y quizá finalmente ponerse a jugar ese videojuego violento que su madre le había prohibido tocar mientras los niños estuvieran presentes, y segundo; con todos en casa disfrutando de su tiempo libre podía salir a la calle sin que hubiera problema, específicamente, podría ir a visitar a Namjoon.

Pudo haber pasado buena parte del día anterior a su lado, incluso les acompañó a él y a su primo hasta su hogar, pero necesitaba volver a verlo. Estar con él a diario no le era un problema en absoluto, lo único que sí le incomodaba, era no tener tiempo a solas. Ese beso y momento íntimo que tuvieron en las escaleras de las pistas le hizo darse cuenta de ello.

Necesitaba estar a solas con él más seguido, no en su habitación donde cualquiera podía llegar a interrumpir recordándoles que la puerta se mantenía abierta, no separándose un momento de sus amigos cuando tendrían la presión constante de regresar al grupo.

Al sentarse en su cama notó que aquella a unos pasos, la de su hermano mayor, estaba ya tendida pero dejando ver que se hizo rápido. Bastó con voltear a ver el reloj digital entre ambas camas para ver marcado en números rojos las 10:57 de la mañana, conociendo a su hermano supo que definitivamente pensaron igual en cuando a tener un día libre de su familia y se levantó temprano para irse con sus amigos, quizá desde las 8 estaba afuera. Al salir de su habitación ya vestido notó que había un olor refrescante en el aire, la limpieza general de la casa debía estarse llevando a cabo, casi regresa a encerrarse pero al notar que el primer piso ya estaba limpió supo que quizá se había salvado de hacer algo. Decidió bajar de una vez. Mientras lo hacía vio que cada escalón estaba pulido, y los marcos con rompecabezas a lo largo de él no tenían polvo. Al ir a medio camino, vio a su madre frente al televisor con una pequeña montaña de camisetas que iba planchando con delicadeza, apoyada en el burro rosado con una plancha del mismo color. Estaba cerca su tía, doblando algunas pero más concentrada en el drama que estaban televisando.

Las dos voltearon a verle cuando terminó de bajar.

—Buenos días. —Jin saludó primero.

—¿Tienes hambre, Jinnie?

—Hay varias guarniciones, y tú tía preparó algo de avena.

Bueno, Seokjin no se iba a negar a desayunar algo primero.

Se animó a prepararse él mismo algo con las verduras en la cocina mientras se robó una manzana de la cesta –porque esas eran especialmente para los tés de su madre-, quitándole la cascara y comiéndosela en partes mientras un rico olor llenaba la cocina. Ventajas de que el pasatiempo y disfrute de que su madre fuera ser amante de la cocina, les había enseñado desde más jóvenes cómo preparar platillos sencillos y deliciosos. Comió con gusto disfrutando más del sabor del esfuerzo propio acompañado de lo que hizo su madre y tía, y luego olvidó sus responsabilidades de limpiar lo que dejó al dejar los trastes sucios. Sólo fue a tomar algunas monedas de la vasija que tenía puesta su padre al lado de la licuadora con cambio disponible para todos, llevándose quizá un poco más del necesario para frituras. Si sobraba, lo devolvería.

—Omma voy a salir.

No sólo ella dejó de prestar atención al televisor, su hermana también lo hizo.

—¿A dónde quieres ir?

A la pregunta que hizo su madre, aunque no estuviera seguro de cuáles serían las actividades de ese día, respondió confiado —A los cinemas de la gran avenida, voy con Namjoon.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 08 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Cosas de Novios - NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora