SUEÑOS DE CRISTAL ━━ [En curso] 《83》

Capítulo dos: Inconcluso

¡Hola, hola! ღƪ(ˆ◡ˆ)ʃ♡

Antes que nada, quiero explicar una cosita: este one shot que se suponía que estaría dividido en dos partes, ha pasado a ser una mini historia con Zoro. (⁠灬⁠º⁠‿⁠º⁠灬⁠)⁠♡ ¡No se asusten!, que no será añadida a los múltiples proyectos que tengo en curso y que no he terminado, ya que esta historia tendrá diez partes o menos.

Pasa que cuando estaba resumiendo —mentalmente— todo lo que desde hacía mucho tenía en pensado para una historia larga con esta misma trama, me di cuenta de que si lo dejaba todo muy corto, no se apreciaría mucho el intento de romance ni el «Cliffhanger» (perdonando el anglicismo ya que no hay una traducción literal y tampoco una interpretación aceptablemente acertada). Así que ¡ta-chán!, le añadí algunos capítulos. Espero que mi bella Croco-girl01 no tenga inconveniente con este cambio de última instancia, pues voy a tardarme un poquito con las últimas partes.

Sin mas preámbulos, ¡vayamos a ello!

Un repentino pero delicioso aroma a carne asada fue lo primero que percibí, cuando mi consciencia fue cobrando fuerza en mi interior.

Saboreé mis resecos labios en tanto me removía debajo de lo que, deduje que se trataba de un esponjoso edredón. Me resultaba placentero desperezarme en una cama bastante suave y una almohada rellena de plumas, encima de la cual reposaba mi cabeza.

Tras abrir los ojos, me encontré con la gigantesca pierna de carne (de quién sabía qué criatura), la cual, Luffy hacía oscilar frente a mi nariz.

Se rio despreocupadamente y alzó las manos al tiempo que echó la cabeza hacia atrás, celebrando algo que estaba a punto de serme revelado.

—¡Ha funcionado! —exclamó—. ¡La carne es un remedio milagroso! —añadió entre risas contagiosas. Me veía de un modo desprovisto de maldad.

Esbocé una remarcada sonrisa de diversión mirándolo con ojos legañosos, antes de tallarme cada uno con los dedos índice flexionados en torno a mis puños.

Enseguida terminé de desperezarme, y me senté dejando las manos en medio de mis rodillas levemente separadas hacia extremos opuestos.

Suspiré negando con la cabeza sin poder reprimir una sonrisa. Lo admito, Luffy a veces me inspiraba ternura.

—¿Qué haré contigo? —murmuré.

El jubiloso bullicio se detuvo súbitamente.

Luffy se giró hacia mí, y dijo:

—Podrías evitarme la rara tarea de tener que des-casarte de Zoro.

Abrí la boca tan rápido como la cerré. Me quedé mirándolo en silencio mientras pensaba:

«De acuerdo, no me esperaba esa respuesta».

—Es que Nami me dijo que debo hacer varias cosas misteriosas que antes tengo que aprender de un libro.