Una de las inmensas enredaderas se estaba viniendo abajo, como puedo salgo corriendo para evitar ser aplastada por esta, y entonces, allí frente a mis propios ojos, la enredadera cae al abismo, convirtiéndose en cenizas tan solo segundos después. Lo que quiere decir, que no es una ilusión, es un abismo real...que divide este lado del otro.

Me adentro en el bosque mientras en mi mente se proyecta la frase: ve segura y sin compañía, cruza el sendero escarlata sin temor, háblale a la oscuridad que ante ti se postrará, lucha contra el enemigo y déjalo atrás, finalmente obtén lo que has venido a buscar.

La primera fase ya fue completada, cruce el sendero escarlata sin temor, ahora se supone que debo hablarle a la oscuridad que ante mí se postrará. Todo aquí está sumido en la oscuridad y las tinieblas, entonces ¿A quién se supone que debo hablarle?

Camino en medio de un sendero iluminado por hongos azules brillantes, mientras me fundo en mis pensamientos, este lado es similar al otro en lo que respecta a fauna, solo espero no tener la fortuna de encontrarme con una criatura como las dos de hace rato porque entonces sí...de la nada, mis pensamientos se ven interrumpidos al ver pasar frente a mí una especie de punta hecha de piedra que gracias a mi rápido accionar termina estrellándose en una de las enredaderas del lugar.

Rápidamente saco mis dagas y observó todo a mi alrededor buscando a mi atacante con la mirada, pero extrañamente no veo a nadie, sin embargo, sí veo más puntas de roca venir hacia mí. Cómo puedo trato de avanzar mientras esquivo las incontables puntas y evito otras con la ayuda de mis dagas, en medio de la lluvia de puntas hacia mí, de manera inexplicable una frase invade mi mente: Háblale a la oscuridad que ante ti se postrará.

Aún con la clave de como frenar la lluvia de puntas de roca dirigida hacia mí, en mi cabeza, no logro poner en accionar dicha clave, por lo que sigo corriendo hasta que choco inexplicablemente con algo que me hace caer de espaldas al suelo. Pierdo por segunda vez el conocimiento, y esta vez no estoy segura de que Van pueda venir a ayudarme.

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Siento una presión extraña sobre mi pechos y tobillos, pero aún no me creo capaz de poder abrir los ojos, mucho menos de levantarme.

—...está despertando— escucho una voz chillona y gruesa a lo lejos, pero al mismo tiempo huelo un aliento horroroso caer sobre mis mejillas, lo que me hace recuperar de apoco los sentidos. Hay algo de humedad en mi mejilla, y siento que algo me late a un costado de la frente, probablemente es la herida causante de que yo haya perdido la conciencia.

Abro mis ojos lentamente, pero mi visión no es nítida, apenas y logro enfocar algo, por lo que intento llevar mis manos hasta mis ojos, pero al intentarlo de vuelvo consiente de que mis brazos están aprisionados por cuerdas a mi torso, imposibilitándome el movimiento.

—¡Ah despertado! — escucho a una pequeña voz, mientras me vuelvo más consciente de mí misma.

Abro los ojos por completo, y tomo conciencia de lo que hay a mi alrededor. Estoy tendida sobre una superficie rocosa, y a mi alrededor hay rocas altas con forma ovalada, apenas logro contar cinco.

—¡Vaya hasta que despierta nuestra bella durmiente! — una voz femenina es la siguiente en llegar a mis oídos. Como puedo trato de levantarme al menos hasta quedar sentada, porque incluso han atado mis tobillos, imposibilitándome el acto de ponerme de pie. Me siento con dificultad, y ahora todo se vuelve más claro de apoco.

Estoy sentada en medio de lo que parece ser una circunferencia de superficie rocosa, con rocas en sus extremos que se levantar en forma ovalada. Y frente a mí un par de figuras que enfoco de apoco. Hay una chica de contextura delgada, de cabello violeta, lleva un vestido verde de mangas largas que lleva recogidas hasta los codos, su vestido es entallado hasta la cintura, con una falda que cae libremente a sus rodillas, en la cintura lleva un corsé negro, y unas botas negras de cuero que cubren la parte de sus piernas que el vestido no. Su largo cabello lo lleva trenzado en tres pequeñas trenzas de un lado mientras que el resto de su largo cabello cae hacia el otro costado de su rostro. Por su postura y la forma en la que me ve estoy segura de que ella fue quien acabo de hablar.

Sunland ¿Una princesa de la realeza?Onde histórias criam vida. Descubra agora