CAPITULO 7

75 12 91
                                    

CAPITULO 7

Sentimientos Perdidos


—¿Bien? ¿Has terminado de contemplarme? —pregunto al ver que no salía del trance en el que entre al ver su verdadero ser.

Es que yo esperaba de todo, un hechicero oscuro, una bruja, un ogro o lo que sea, pero jamás me espere tener frente a mi...a un vampiro.

Sus ojos pasaron de ser verdes a negros de forma escalofriante frente a mí. Su cabello y sus ojos combinaban en un color negro sombrío y oscuro. Una parte de su cabello lizo caía por encima de una de sus cejas, mientras que del otro lado lo llevaba perfectamente peinado hacia atrás. Su vestuario consistía en una camiseta de ceda negra azulada de botones negros, tres de ellos desabotonados en la parte de arriba. Un pantalón negro simple con bolsillos a los costados y unas botas de cuero negro arriba de los tobillos. Facciones perfectamente definidas, piel pálida, labios ligeramente rosáceos, cejas espesas, pero bien definidas y una forma de mirarme que...me desconcierta.

—¿Cómo...? ¿Cómo lograste atravesar la muralla?—me escuche decir sin dejar de contemplarlo.

—Larga historia- contesto con simpleza y comenzó a caminar con dirección hacia el balcón.

Aun con el corazón en la garganta, lo seguí hasta el balcón y sin pudor alguno volví a buscar su rostro con mi mirada.

—¿Cómo es posible que un vampiro este en Sunlad? ¿Estás solo? ¿Hay más de tu especie aquí? ¿Vas a...matarme? ¿Vas a traicionarme?

—Deja la histeria- dejo de observar la inmensa oscuridad de la noche para posar su mirada sobre mi- sí hubiera más como yo aquí jamás me hubiera quedado contigo, y sí quisiera matarte ¿no crees que ya lo hubiera hecho?
Contesto inclinando su rostro ligeramente sobre el mío.

—Es que...esto es una locura estuve viviendo todo este tiempo con un vampiro, la especie enemiga, y sin embargo a pesar de la historia de enemistad entre los de tu especie y los míos...eres a quien le entregue cada uno de mis secretos y mi confianza- pase mis manos por mi cabello con frustración.
—¿Te arrepientes? ¿Sientes que ya no podrás confiar en mí solo porque no soy uno de los tuyos? Mismos que te arrebataron todo sin piedad cuando aún eras una niña, no debo recordártelo ¿cierto?

Apoye mis manos en el barandal del balcón, y clave la mirada en la falda de mi vestido. Él es un vampiro. Bien. He estado viviendo con un vampiro. Excelente. He confiado todas mis esperanzas y secretos en él, y hasta ahora no me ha fallado. Maravilloso. ¿Podre seguir confiando en el ahora que se lo que es? No lo sé...es complicado, el representa todo lo que está mal de este lado de la muralla, pero también representa mis esperanzas de vida.

—No— me escuche decir después de un atónito silencio entre los dos- puedes ser un vampiro, y el enemigo jurado de Sunland, pero resulta que tú no me has fallado como lo han hecho los humanos. Tú decidiste quedarte a mi lado cuando nadie más quería hacerlo, me acompañaste y escuchaste cuando necesitaba gritar lo que a nadie le importaba oír. Tomaste mi mano y te quedaste aun sabiendo que tal vez algún día moriría, y me ayudaste a mantenerme fuerte cuando los vientos soplaron en mi contra. Hiciste lo que ningún otro humano hizo, tomaste mi mano y me ayudaste a empuñar la espada de la justicia, y ahora que por fin he logrado algo por lo que juntos hemos luchado...no pienso dejarte a tu suerte.

Concluí viéndolo a los ojos, que en ese instante dejaron de verme de forma escalofriante y empezaron a verme con confusión.

—Entonces, estamos a mano...yo te ayude a conseguir el elemento luz, y tú me ayudaste a recuperar mi cuerpo...sin embargo es momento de que decidas sí quieres continuar y pelear conmigo a tu lado o prefieres hacerlo sola y que yo desaparezca.

Sunland ¿Una princesa de la realeza?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora