Hajin Stories! (Father Side Story)

III

Hajin se había pegado un chicle en la cabeza.

El azabache de once años había estado jugando con sus amigos a hacer las burbujas de chicle más grandes que pudieran. Y Hajin quedó con la cabeza llena de chicle.

-No te rías.- Dijo molesto al ver a Shoyo aguantándose la carcajada que quería salir de sus labios.
-N-no me estoy riendo, corazón...- Dijo con las mejillas rosas por la gracia de la situación.

Tobio por su parte, si se estaba riendo. Mientras Ai y Ryota también se reían de su hermano mayor.

-¡Ya no se rían!- Gritó avergonzado el azabache, Shoyo puso sus manos sobre sus hombros.
-Vamos al baño, a ver si puedo lavarlo, ¿Sí corazón?- Le dijo tiernamente, Hajin asintió avergonzado.

No pudo lavarlo. Es más, incluso había hecho un desastre mayor.

-Creo que te tendremos que cortar el cabello, mi niño.- Le dijo pasando sus dedos por las hebras azabache de Hajin. O lo que quedaba visible de ellas, debajo de la plasta rosa que tenía el niño.
-¡No!-
-Sí, Hajin. Ya está muy mal... Creo que te vas a quedar pelón.- Dijo el Omega.
-¡No!- Volvió a protestar Hajin.

-Pareces un huevo.- Dijo Ai en cuanto vió a Hajin con un casquete corto en vez de su cabellera negra y sedosa.
-No es gracioso, Ai.- Le dijo molesto.
-Es muy gracioso.- Dijo Ryota.

Los dos niños de cinco años se burlaban de su hermano mayor, Shoyo los regañó por eso, mientras Tobio se reía de la situación.

-¡El único que me quiere en esta casa es mi pá!- Dijo antes de irse a su habitación y encerrarse ahí. Tobio se seguía riendo, cuando su Omega le dirigió una mirada feroz a los tres, haciendo así que el trío burlesco se callara.

Hajin tomó unas tijeras y fue al cuarto de sus padres. Tobio estaba dormido con Shoyo sobre su brazo. Ambos completamente derrotados.

Tanto que no escucharon el sonido de las tijeras al cortar el fleco del Alfa.

Antes de que lo pudieran atrapar, Hajin salió corriendo sigilosamente y cerró el cuarto detrás de él.

Ahora entró al baño.

Buscaba y rebuscaba en los cajones, hasta que encontró lo que quería: un rastrillo.

¿Su próximo destino? La habitación de los mellizos.

-¡Papi!- Escucharon un grito de Ai. Tanto el azabache como el pelirrojo se levantaron de golpe al escucharla.

Ambos corrieron a la habitación de los mellizos, donde estaban Ai y Ryota llorando frente al espejo.

Y con la mitad de la cabeza completamente pelona.

-Pff...- Se tapó la boca Tobio. Shoyo le dió un codazo antes de agacharse a ver a sus dos hijos menores.
-¿Qué pasó, niños?- Dijo, acariciando sus cabezas. Era una sensación extraña.
-¡Estoy pelona!- Dijo antes de empezar a llorar otra vez y abalanzarse a los brazos de Shoyo, al mismo tiempo que Ryota, el Omega solo les daba pequeñas palmaditas.

-Que bueno.- Dijo Hajin desde la entrada de la habitación de ambos pelirrojos. Los mellizos voltearon a ver a su hermano, quien les sonrió, sus caras se pintaron de rojo y antes de poder decí algo, el mayor de los hermanos habló.

-Pá, tú también te ves mejor sin fleco.- Dijo antes de salir corriendo de la habitación. Ninguno de los cuatro había tenido tiempo de notar eso, cuando Tobio pasó su mano donde anges solía estar su fleco, para notar que sí, ahora ya no tenía fleco.

-¡Hajin!- Gritaron los tres molestos.