𝐀𝐙𝐔𝐋. 𝗳𝗲𝗹𝗶𝗽𝗲 𝗼𝘁𝗮𝗻̃𝗼.

͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ 𝟎𝟕.

───Che, ya estás dentro ───la baje con delicadeza y apenas su cuerpo toco el agua hizo lo posible por hundirme.

───¡Me las vas a pagar! ───se abalanzó sobre mí tratando de usar todas sus fuerzas, pero no me movía ni un pelo ───Grosero.

───Dale, relájate bonita ───la mire, sus mejillas obtuvieron un color carmesí, sus ojos se veían más color miel que nunca y sus pecas resaltaban en su rostro como nunca antes, los rayos de sol ahora de un tono dorado descansaban en el sitio, dando en su cara, en la mía, en el reflejo del mar, en todo, no me equivoqué al usar aquella palabra, era la descripción perfecta para Azul. ¿Qué podía hacer ahora?, tal vez si me gustaba.

No podía evitarlo, ya había aceptado que me resultaba atractiva y es que su belleza era increíble y en mis pocos años de vida, aseguraba que jamás había visto a una mina tan linda como ella, con el mismo carisma y actitud única que tiene, pocas veces alguien me había hecho sentir de esta forma, aveces los sentimientos llegan en el momento indicado pero tal vez en el lugar incorrecto.

───Eres un tonto ───me golpeo en el hombro.

───Vos sos la tonta ───imite su acción pero con más fuerza, por lo que tambaleó en el agua.

───Me voy a ahogar por tu culpa ───se abalanzó de nuevo hacia mí, la tomé firmemente de la cintura.

───No te va a pasar nada ───la cercanía me mataba, quería algo más, algo más que solo la mirada que me regalaba, tan deslumbrante, aquella que solo cierto sentir podía brindarme, pero tal vez ella no lo quería así.

───Confió en ti ───susurró, ya no necesitaba alzar la voz, estábamos tan cerca que sentía su respiración.

───Más te vale ───dije con un tono atrevido, más bien necesitado.

───¿A si? ───sonrió de lado, me estaba descansando, que gila.

───No queres saber ───mis mejillas más rojas que nunca indicaban mi nerviosismo.

───¿No? ───subió sus manos a mis hombros, haciendo leves mimos sobre estos.

¿Estoy soñando acaso?, pensé, si no estuviera rodeado de mis amigos, créanme que le hubiera comido la boca justo ahí.

───No queres ───afirme.

───¡Che, más respeto! ───Matias alzó la voz, encasillando mi cerebro nuevamente, es verdad, los pibes estaban viendo todo seguramente ───¡No chamuyes acá, pedazo de forro! ───Azul se separó de mí, con leve distancia, pero sin alejarse completamente.

Gracias Matias.

Blas se acercó y susurró ───Bien ahí Pipon ───palmeó mi hombro con orgullo.

───Pipe, ¿no vas a surfear? ───Fran me miro, negué.

───No está Simón, con él es más divertido.

───¿Sabes surfear? ───Azul parecía sorprendida al enterarse.

───Si, desde nene ───conteste.