Hace mucho tiempo, la línea que separa las realidades se rompió, juntando los universos de los caballeros y los cazadores, pero lo que no sabrían es que dicha línea se volvería a romper y ambos bandos se verían una vez más.
Para ver esta historia de...
Nueva sorpresa, capítulo ente semana, siiii, espero les guste ^^ ___________________________________________
Una vez más nuestros héroes están más cerca de Hécate, ahora con 6 guardianes por vencer.
Pero parece que ahora se están enfrentando a los guardianes más fuertes, ¿Podrán vencerlos y llegar a Hécate?, pronto lo descubriremos.
Está vez nos centramos en cierto ojiazul con un serio rostro caminando sin cesar.
—Nada hasta ahora, espero no haber tomado un mal camino—dijo el ojiazul en su mente.
—Himari, espera un poco, papá te sacará de aquí y te llevará a casa—dijo el ojiazul en su mente.
Tomioka caminaba y caminaba, parecía que ese camino no llevaba a ningún lado.
O eso pensaba, porque después de tanto caminar logro llegar a una cascada con un hermoso lago.
—Bueno al menos encontré algo bueno—dijo el ojiazul yendo hacía el lago.
Tomioka estaba por sumergir sus manos en el agua cuando de repente algo lo detuvo.
—¡Alto ahí!—grito un fantasma que estaba por ahí.
Tomioka voltea y ve a un grupo de 15 fantasmas.
—No oses tocar el agua sagrada con tus sucias manos—dijo otro fantasma con un tono molesto.
—¿Sagrada?—pregunto el ojiazul.
—Así es, ese lago es lo único puro de este reino y solo la gran Hécate puede tocar de ella—explico el fantasma.
—Ya veo—dijo el ojiazul.
Tomioka sumerge un pie en el lago.
—Ups, me tropecé—dijo el ojiazul en tono burlón.
—¡Bastardo!—grito el fantasma líder mientras todo el grupo se lanzaba contra Tomioka.
—¡Polvo de diamantes!—exclamó el ojiazul.
Vemos como los 15 fantasmas reciben el ataque cayendo al piso congelados.
—Maldito—dijo uno de los fantasmas antes de morir por el frío.
—Para proteger este lago son muy débiles—dijo el ojiazul.
—Nada mal caballero—dijo una voz que venia del lago.
—¿Quién anda ahí?—pregunto el ojiazul poniéndose en guardia.
En eso vemos como la cascada se parte en dos separándose mostrando un camino.
Vemos como de ese camino sale una silueta.
La silueta poco a poco va saliendo hasta mostrar a una mujer con una armadura negra con tonos grises, en toda su armadura tenía detalles de aletas, y si casco parecía una ola que apuntaba hacia atrás.
—Me presentó, soy Calypso de Caribdis, una de los 15 guardianes de este reino y protectora de este lago—dijo la mujer.
Caribdis es un horrible monstruo marino femenino, que tragaba enormes cantidades de agua tres veces al día y las devolvía otras tantas veces, adoptando así la forma de un remolino que devoraba todo lo que se ponía a su alcance.
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