Capítulo 6: El fin de la paz

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Después de que Kanae regresará hubo un gran banquete en su honor.

—¡UMAI!—gritaba el rubio con rojo.

—Esto es delicioso—decía el ojiverde comiendo por montones.

—¡Inosuke ten más modales!—gritaba la ojiazul.

—Dejalo, después de todo es parte de su personalidad—dijo el caballero de andrómeda.

—Es un honor conocerte Kanae, Shinobu hablaba mucho sobre ti—dijo el caballero de escorpio.

—Yo tengo que agradecerle por cuidar bien de mi hermana, desde arriba los estuve observando y no sabe la alegría que me dió al ver cómo ella cambiaba gracias a usted—dijo la pelinegra.

—Solo cumplía con mi obligación—dijo el caballero de escorpio.

—También tengo agradecerte Tanjiro—dijo la pelinegra.

—¿De qué?—pregunto curioso el pelirrojo.

—Por hacer un cambio en Kanao, desde que dejó su moneda no te imaginas cómo me alegre, desde arriba estuve deseando que terminarán juntos—respondió la pelinegra.

—Bueno, solo dije lo que debía decir y mientras más conocía a Kanao más me enamoraba de ella—dijo el pelirrojo tomando a Kanao de la mano.

Kanao sonreía.

—Estoy muy feliz por ustedes—dijo la pelinegra.

Así siguió la plática hasta que anocheció.

—Bueno es hora de que descansen porque mañana tendrán un duro entrenamiento—dijo el caballero de libra.

—¿Te quedarás Orfeo?—pregunto la pelimorada.

Orfeo voltea a ver a Kanae.

—Claro, terminaré de entrenar a Kanae aquí—dijo el caballero de lira.

Kanae lo mira con una gran sonrisa.

—Se lo agradezco mucho maestro—dijo la pelinegra.

—Te podré entrenar mejor aquí—dijo el caballero de lira.

—Siempre tan bueno Orfeo—dijo la rubia.

Orfeo pensó que Kanae debería pasar más tiempo con sus hermanas por lo que tomo esa decisión y pasará en el santuario todo el entrenamiento de Kanae.

—Estupendo, tenemos aposentos libres—dijo la pelimorada.

Todos se levantan y cada uno se va a su cuarto.

—Kanae—dijo el peliblanco.

Kanae voltea.

—¿Crees que pueda hablar contigo?—pregunto el peliblanco.

—Claro—dijo la pelinegra.

—Con permiso maestro—dijo la pelinegra.

Así Sanemi y Kanae salen al patio con la luz de la luna.

—¿De qué quieres hablar Shinazugawa?—pregunto la pelinegra.

—Bueno...—decía el peliblanco.

—Desde que te conocí me pareciste una mujer muy dulce, muy amable—dijo el peliblanco.

—La verdad siempre sentía paz cada que te veía—dijo el peliblanco nervioso.

—Y yo...yo...—Sanemi no podía hablar por los nervios.

—¿Quieres decir que me amas?—pregunto atinando la pelinegra.

Demon slayer y los caballeros del zodiaco: Crisis MultiversalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora