Capítulo 23

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Gavi:

Me giro para comprobar si Lucía sigue dormida, porque con el ruido que estoy metiendo sin querer no me extrañaría haberla despertado sin querer. Pero no, sigue tan dormida como cuando me he levantado. A veces envidio su capacidad de dormir donde, cómo y cuando quiere.

Anoche después de nuestra pequeña conversación en el balcón, bajé a la sala común con los chicos y Lucía se fue a nuestra habitación a dormir. Cuando subí para dormir yo también ella ya estaba dormida, así que no pude preparar mi ropa para mi escapada. 

Pero, ¿de qué escapada estoy hablando? Pues bueno, todo empezó mientras hacíamos el subnormal en la sala cuando de repente me llegó un mensaje de Izaro, la amiga de Lucía.


I: Hola
Soy Izaro

G: Hola
Pasa algo?

I: No, no te preocupes
Solo q mañana voy a estar en Valencia y como es el cumpleaños de Lucía me gustaría llevarla por ahí a comer o algo
Sabes si tiene algo q hacer durante el día?

G: No, me dijo q no tiene nada

I: Bien, a q hora os vais a entrenar para q pueda raptarla?

G: Jajajaja
A las nueve es el desayuno así q nos iremos sobre las diez

I: Vale gracias, iré sobre esa hora
No le digas nada por favor

G: No te preocupes, q yo te guardo el secreto 

I: Jajajaja
Gracias, buenas noches

G: Buenas noches


Después de la conversación con ella estuve pensando un rato que yo no tenía nada para el cumpleaños de Lucía. Bueno, tenía algo pensado para cuando volviéramos a Barcelona, algo que sé que le gustará. Pero aun así me sentía un poco mal porque quería que aunque estuviéramos aquí en Valencia tuviera aunque sea un pequeño detalle por su cumpleaños.

Me vuelvo a girar hacia Lucía cuando sin querer golpeo una de las maletas con mi muleta; pero nada, ella sigue durmiendo, de verdad que la envidio. 

Va a sonar ñoño y cursi porque es algo que nunca pensé que haría, pero me he levantado un sábado a las ocho de la mañana solo para ir a comprarle un ramo de flores a Lucía por su cumpleaños. Sí, un ramo de rosas rojas, porque sé que son su flor favorita; y aunque parezca un regalo un poco tontería también sé que a ella le encantan estos pequeños detalles.

¿Y cómo voy a encontrar una floristería abierta a estas horas? Lo bueno es ya me encargué de eso anoche, y encontré una floristería abierta. ¿Lo malo? Es que está prácticamente en el otro lado de la ciudad.

Así que tuve que tragarme mi orgullo y pedirle ayuda a Pedri, quien casi me mata cuando le pedí anoche este favor; pero luego le conté que era por el cumpleaños de Lucía así que terminó accediendo.

-Por fin...- murmura Pedri cuando bajo a la recepción del hotel

-Oye que no ha sido fácil vestirme sin despertar a Lucía

-Ya ya, escusas...- murmura saliendo del hotel

-¿Cómo has conseguido el coche?- le pregunto cuando entramos en el vehículo

-Me lo ha prestado un amigo que vive por aquí- responde arrancando- Me vas a deber una muy grande por hacer que me levante un sábado a las ocho de la mañana- me río por lo bajo y el me mira de forma rápida- No lo digo de coña

Pedri conduce siguiendo las indicaciones del GPS. A pesar de que la floristería está bastante lejos no tardamos casi nada en llegar, al ser un sábado tan pronto por la mañana no hay absolutamente nadie en la carretera. 

Un paso másWhere stories live. Discover now