Parte tres

30 6 0
                                    

—Adam, vendrá un paciente con depresión, ¿Podrías tratarlo por unos dias?

—Claro, no veo el problema.

—Por lo que escuché ahora tendrás más tiempo, mañana se irá Axel, ¿Verdad?

—Ah, cierto...

Por un momento había olvidado que pasó un mes, su paciente volvería a irse, otra ves y está ves seguramente no volvería, eso era bueno, pero, sabía otra ves que tendría que acostumbrarse a no tener una garrapata pegada a él.

—Ve con Axel, seguramente pasará un tiempo desde que se vuelvan haber.

Caminó tranquilamente hacía la habitación de su paciente, mirándolo pacíficamente, observando como estaba completamente tranquilo, parecía otra persona, no era el mismo desde que había ingresado.

—Adam.

—Axel.

Axel sonrió tranquilamente, sin decir nada, sin opinar, sin preguntar o quisquillar.

—Te ves mejor, seguramente cuando salgas te irá bien.

—Lo sé, todos han sido tan amables conmigo, capaz pueda durar un tiempo sin volver.

Pudo escuchar una suave risa, por un momento sintió un nudo en el estómago, solamente suspiró y sonrió.

—Tengo que irme, hay otro paciente y...

—Lo sé, se que en otra situación me hubiera puesto loco, pero se que trabajas muy duró aquí.

—Hoy estaré hasta que amanezca así que podré despedirte.

—No hace falta, está bien sino puedes despedirme, se donde vives.

—Idiota.

Pudo reír levemente, se sintió por un momento angustiado pero luego salió de la habitación.

Se dirigió a otra habitación, donde encontraría a su nuevo paciente, el estaba dormido, se veía cómo de unos 17 años, se acercó levemente y comenzó a checarlo.

—¿Por qué estoy aquí?, no he hecho nada malo.

Susurró levemente su paciente, como si estuviera cansado de tan solo hablar o respirar.

—No has hecho nada malo, Walter, simplemente estás aquí para descansar y olvidarte de tus problemas, en unos meses te sentirás mejor.

—¿Hice algo malo para terminar así?

—Algunas personas son demasiadas sensibles, les afecta muchas cosas pero eso no es un problema, eso significa que esa persona tiene mucha empatia para dar.

—¿Tú también te cansaras de mi?

—¿Tienes hermanos menores?

—¿Eh?, sí, tengo un hermano de 8.

—Imagina que tu hermano te pide comida o que lo ayudes a ducharse, que lo acompañes a la tienda o ayuda con la escuela. Tu ahora eres como un niño, solamente necesitas que alguien cuide de ti y no es malo, yo también necesito que alguien me cuidé y no es para nada malo.

—¿No es malo tener a alguien que te cuide?, ¿No es molestó?

—Para nada, nunca será molestó cuidar de las personas y cuando tu salgas, seguirás cuidando de tu hermano, ¿Verdad?

—Quiero hacerlo, pero estoy cansado.

—Por eso estás aquí, para descansar y poder volver a tu casa.

Miró como su paciente volvía a dormirse, la depresión era complicada en algunos casos, pero está ves podía cuidar apropiadamente de él, ya que solamente estaba cansado y después se volvería algo agresivo, pero necesitaba animarlo.

Escapar del vacío inexistenteWhere stories live. Discover now