3. Ningún hombre te puede tocar.

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-¿Puedo?

Ashley no entiende y lo mira detenidamente, al sentir la mano en el muslo derecho bajo su falda, se tenso y se quedó quieta. Pero, ni siquiera le dijo que podía tocarla, o tal vez fue muy lenta para responderle, sintió un tirón en el brazo que la levanto del asiento y voltea a mirar furiosa a la persona.

-Pensé que estabas muy incómoda, en ese asiento.

Led la mira fijamente, y, luego a Henry que se siente incómodo por la penetrante mirada de Led, se levanta para enfrentarlo.

-¿Que te pasa?

-¿Que te pasa a ti? ¿Tocarla sin que te de el permiso?

-¿Estuviste escuchando nuestra conversación?

Ashley se safa del brazo de el indignada, aunque estaba agradecida pero, no se lo diría. Ya que, fue un mal educado. Led, tenía un traje negro y su cabello negro se ve en rolos, el perfume que utiliza no pasa desapercibido.

-No, estuve del otro lado solo que te noté incómoda cuando el te toco.

-Eres un metiche- Ashley se cruza de brazos y nota que habían estado en asientos muy solitarios- además, deberías dejarme en paz.

-Quisiera saber ¿Que te importa si la toco o no?

Henry estaba hastiado y Led, sabía por qué, y debía evitar que Ashley se deje llevar por un mentiroso.

-Ninguna hombre puede tocar una mujer sin su consentimiento.

-¿Y tú no lo haces?

-Si me dan el permiso, claro.

-Deja de ser mentiroso Led.

-Si, me sigues provocando, hablaré con tu padre que saliste para verte con un chico.

-¡Ella tiene permiso! ¿Además, que te importa con quién ella salga o no?

Led lo mira sin expresión alguna, no quería gastar su tiempo con un desesperado. Simplemente, lo motivo a acercarse al verla incómoda y vulnerable, además, tenía media hora sentado mirando todo lo que pasaba, y no pudo aguantar más.

-Mejor vuelve a tu casa, y deja de decir incoherencias.

-Incoherencias, es la que vas a tener- dice Henry antes de propinarle un puñetazo en el ojo y que led se tambaleara- No te vuelvas a acercar a Ashley, y no te metas.

Agarra a Ashley del brazo y la obliga a caminar hacia la escalera, ella, todavía estaba desconcertada por lo rápido que pasó todo. Led, gruñe y con dos zancadas agarra a Henry por el cuello y lo tira contra los asientos.

-¡Ledezma! ¡Déjalo en paz!

-¿El me provoco y lo defiendes?- le dice alterado y suelta un suspiro, calma su tono de voz y la mira- te llevaré a tu casa.

Henry estaba a punto de acercarse, pero, Led lo detiene con la mirada y le da la espalda, para agarrar otra vez a Ashley y sacarla fuera del teatro. Ella, lo empuja.

-¿Como te atreviste?

-El solo se quería aprovechar de ti, eh, por qué te llevo donde hay pocas personas.

-Es el que me gusta, así que no me importa.

-¿Acaso, es tu pareja?- se acerca a ella- ¿Eh?

-No, no es mi pareja.

-Solo las parejas pueden tocar, besar y llevarte a la cama, como el no es nada de eso, está prohibido legalmente.

-Hablas como si fueras un abogado.

-Solo te estoy diciendo, que te des respeto a ti misma, si quieren que te respeten.

La mira muy frío y Ashley guarda silencio, no sabe el por qué estaba tan enojado, si hace apenas dos días, la trato un poco inferior. Ashley no tenía de otra que seguirle, entran al auto y el maneja en silencio, seguía pensando si fue buena idea haber interrumpido el casi acto de esos dos.

-Y no le digas a mi papá.

Led la mira de reojo, y se notaba muy preocupada, seguramente no quería decepcionar a su padre, a pesar de que tenía 18, tenía que seguir cumpliendo las reglas de aquella mansión.

-Huh, de acuerdo.

-¿Desde hace cuanto nos estaba mirando?

-Desde que llegaron, pero, eso ya no importa, por que eso.. no volverá suceder.

Ashley lo ignora y luego de un par de minutos, el auto se detiene frente a la mansión. Ella sale, y Led la mira por la ventana, que se desaparece al cerrar la puerta.

Ledezma. Where stories live. Discover now